11. zumaia – orio


unos personajes ilustres, una calzada romana y 439 escalones


getaria

Caminando entre viñedos

Sin prisas, el camino discurre por laderas volcadas al mar en las que maduran las ondarribi zuris. Desde las alturas vemos Getaria, inconfundible porque el Monte San Antón, con su perfil de roedor navega sobre el mar. Para un buen amigo bermeano éste es el pueblo más bonito de Euskal Herria, y no vamos a ser nosotros quiénes le lleven la contraria, así que, si no lo conocéis (el pueblo, digo, no a nuestro amigo…) podéis visitar el museo de Balenciaga (https://www.cristobalbalenciagamuseoa.com/), y comer un pescado a la brasa. Ala! Ya tenéis plan para otra aventura!!

Cristóbal Balenciaga Eizaguirre, el genio de la alta costura, nació en esta villa en 1895. Pero no es el único personaje ilustre con el que cuenta esta localidad. Corría el año 1519 y Juan estaba de poteo con la cuadrilla en el puerto, cuando entre txakoli y txakoli, mirando al mar, se puso en plan filósofo: «Algún día saldré a navegar y llegaré donde nunca nadie ha llegado.» «NO HAY GÜEVOS!!!»– se mofaron de él los colegas. Y así fue, señoras y señores, como Juan Sebastián Elkano, se convirtió en el primer navegante que completó la vuelta al mundo. A ver… sabemos que la historia no ocurrió exactamente así, pero no podéis negarnos que podría haber sido real…

Bueno, que nos vamos del tema. Estamos inmersos en la Ruta del Txakoli y las bodegas nos hacen guiños invitadores para ir a tomar una copita, pero no, hoy no. Continuamos hasta Zarautz disfrutando de las vistas.

zarautz

Antes de llegar a esta localidad, ¡ATENTOS! Vamos a pisar donde pisaron hace siglos, incluso milenios, otros caminantes. Su propósito era bien distinto al nuestro (que básicamente es disfrutar de las vistas y tomarnos un txakoli en cuanto pisemos el núcleo urbano de Zarautz). Se trata de la vieja calzada de la costa, la legendaria ruta empedrada que recorría toda la franja cantábrica. Su origen se atribuye a los romanos, pero puede que fuera posterior porque la calzada también fue camino medieval.

Antigua calzada de la costa

Una vez en el centro, nos llama la atención la Torre Luzea. Data del S. XV. y se encuentra en perfecto estado de conservación. Todo apunta que se trataba de una torre vigía y es que, antaño el mar no sólo era vía de salida de pescadores, mercantes o navegantes, la Costa Vasca también fue objetivo de invasores que deseaban conquistarla y de piratas que querían saquearla. Así el litoral se dotó de una red de fuertes que se iba agrandando progresivamente. A estas alturas de la ruta, ya hemos dejado atrás alguno de ellos, ¿los recordáis verdad? Si no, os refrescamos la memoria: en la segunda etapa 2. portugalete-plentzia pasamos por el fuerte de la Galea (SXVII) único ejemplar que se conserva en Bizkaia.

Pensando en historias de piratas y corsarios, se nos ha echado el tiempo encima. ¿Quién va a subir los 439 escalones hasta la siguiente atalaya bajo este sol abrasador? Uf! Qué pereza, lo mejor será que nos demos un baño en la playa para refrescarnos.

El paseo junto a la playa de Zarautz

mollarri

Ahora si. Ya estamos preparados para subir el «Gran Camping de Zarautz». Primero cruzamos el valioso ecosistema de las dunas de Inurritza, acosado por las urbanizaciones del litoral y hasta un campo de golf. ¿Le encontráis explicación alguna? Nosotros tampoco. El calor aprieta, pero merece la pena desplazarse antes de alcanzar la atalaya para asomarse a los restos de una obra asombrosa.

Zumaia desde las alturas
Los restos del antigua cargadero
Los peñascos de Mollarri

En el mar, a pocos metros de acantilado, emergen los peñascos de Mollarri. En tierra firme, se alzan los restos de un cargadero escondido, restaurado hace bien poco, desde donde se cargaba en barcos el hierro que llegaba por cable aéreo desde las minas, rumbo hacia Europa, a principios del siglo XX. Su pasado portuario se remonta 100 años atrás, cuando las minas de hierro del alto de Andazarrate eran explotadas por capitales alemanes. No podemos pasar por alto su curioso sistema de vagonetas aéreas, que mediante sólidos cables transportaban el mineral desde las alturas del monte Ernio hasta el cargadero.

Y tras esta visita tan interesante, ya tenemos todo el trabajo hecho, tan sólo resta dejarse caer hasta nuestro final de la etapa.

En el último recodo del Oria nos espera el casco antiguo de Orio y la estampa característica de los grandes vapores amarrados reposando después de pescar antxoas, txitxarros y atunes.

¡Hola Orio!

Es la hora del poteo. PERFECTO. Entre txakoli y txakoli, nos cuentan que aquí se cazó a la última ballena de la costa vasca, pero esa es una historia que corresponde a la siguiente etapa…


¿MOCHILA PREPARADA? ¿BOTAS DE MONTE LISTAS? ¡SÓLO HAY QUE DARLE AL CLICK!

Puede que estemos ante la etapa más asombrosa de Talaia Bidea. Podéis juzgar vosotros mismos 👉 11. etapa: ZUMAIA – ORIO

En Orio se cazó la última ballena de la Costa Vasca, así de potente arranca la siguiente caminata 👉 la 12ª etapa.


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