Un naufragio, un tesoro geológico y mucho asfalto. M U C H O
Hoy toca mancharse las botas de barro, arañarse las piernas con zarzas, caminar un largo tramo por carretera, pero ¿qué es eso comparado con vivir un encuentro escalofriante, salir a buscar un tesoro geológico o vislumbrar en el horizonte Rocadragón?
UN ENCUENTRO INQUIETANTE


La etapa de hoy empieza bien: un agradable paseo junto a la desembocadura de la ría y las dunas de la playa de Astondo. Perfecto para ir calentando motores. Aunque sin relajarnos demasiado, ya que enseguida tomamos las escaleras de la senda que serpentea entre el acantilado, un fortín en ruinas una cala de piedras.
Las vistas a toda la bahía son magníficas.


También divisamos el faro de Cabo Billano, nuestro próximo objetivo. Encaramado a 161 m. de altitud, nos saluda, también lo hace el hombre que está sentado en uno de los bancos de piedra que hace de mirador al mar cantábrico. Su presencia es un tanto extraña, parece mirar al horizonte con nostalgia… Nos cuenta que en 1952 se hundió un carguero que transportaba mineral cerca del islote que tenemos delante, el de Billano. Parece que la niebla hizo imposible que el barco llegara a buen puerto. Hoy el pecio descansa en el fondo marino…
La verdad es que esta historia nos ha puesto la piel de gallina. Le contamos al hombre que estamos haciendo la Ruta de la Costa Vasca y que finalizaremos esta etapa en Bakio, hace una mueca rara, como si no conociera la localidad…Cogemos las mochilas y antes de continuar nuestra ruta, vamos a inmortalizar este imponente paisaje. A lo mejor este tipo nos saca una foto con el faro a nuestra espalda; pero… ¿dónde está el hombre? El banco está vacío y no hay ni rastro de él…
NOS GUSTA EL BARRO (QUÉ REMEDIO!)
Confusos, ascendemos al Ermua (285m), unas fotos en esta modesta cima y continuamos por la GR123 hasta llegar a una bifurcación: el cómodo paseo de marcas rojas y blancas nos lleva al puerto; la senda estrecha, embarrada y con zarzas, hasta el flysch negro. ¿Qué haríais? ¡Exacto!, esa es la respuesta que esperaba de vosotros. Nos metemos, por lo tanto, de lleno en el barro.
L I T E R A L.
Queremos tocar con nuestras propias manos esas caprichosas formaciones que nos revelan secretos de millones años atrás.
Con las botas sucias y algún que otro arañazo, llegamos a este gran libro abierto que nos cuenta historias de épocas pasadas. Cada capa, cada sedimento, es una página que nos muestra información de nuestro entorno. En Armintza, además, encontramos una particularidad: el flysch es de color negro. Esto es debido a que está formado con rocas de origen volcánico ¡Una auténtica pasada!

CHALLENGE!
Os proponemos un reto para cuando vengáis a descubrir este paisaje --> a ver si sois capaces de encontrar un tesoro de la geología. Se trata de un complicado pliegue en forma de S (o slump) que se formó en el fondo del mar y tiene más de 10 metros de espesor o potencia.
PISTA. Sólo es visible en bajamar y está frente al puerto.
¡YA NOS CONTAREIS!
¡ÁNIMO CON EL ASFALTO!
Os dejamos con la intriga para volver al camino. No olvidéis que, tal y como os hemos dicho al principio, esta ruta tiene mucho asfalto. M U C H O. Este tramo de costa es tan abrupto que no queda otra que continuar por la carretera (BI-3151) hasta Bakio. Perdón, ¿hasta Bakio? Bueno, … no exactamente, pero casi.
No nos adelantemos porque nos falta hacer porque nos falta hacer otro alto en el camino.
Esta vez se trata de la central nuclear de Lemoiz.
Si, aquella que nunca llegó a funcionar. Más de 4 décadas después, el pueblo vasco sigue preguntándose cuando le devolverán este pedazo de costa que le fue arrebatado…


Seguimos avanzando. Carretera y más carretera. Menos mal que el tráfico es escaso. Continuamos hasta encontrarnos de nuevo con la GR123. Nuestros pies agradecen dejar atrás el asfalto para tomar la pista que nos llevará hasta Bakio….
¿MOCHILA PREPARADA? ¿BOTAS DE MONTE LISTAS? ¡SÓLO HAY QUE DARLE AL CLICK!
Si queréis tocar con vuestras propias manos el flysch negro de la costa de Bizkaia, ¡adelante! tenemos lista para descargar 👉 3. etapa: PLENTZIA – BAKIO
Al terminar la etapa os preguntaréis si eso que se ve a lo lejos es Rocadragón. Si amigos y amigas, pero eso es una historia que corresponde a 👉 la 4ª etapa.