PALACIOS DORADOS, MERCADOS FLOTANTES, MAJESTUOSAS ESTUPAS… ¿SE TRATA DE UNA CIUDAD MÁGICA? CASI. ES BANGKOK, DONDE CONVIVEN EL LUJO ASIÁTICO, LAS LUCES DE NEÓN, ROOFTOP BARS, 40ºC, INCONTABLES CABLES ELÉCTRICOS SOBRE NUESTRAS CABEZAS, 87% DE HUMEDAD, CAOS, TUK-TUKS, FALSIFICACIONES, KHAO SAN, CUCARACHAS ROJAS, EL SKY TRAIN, CHINA TOWN…
EN FIN, BIENVENIDOS A LA CAPITAL DE TAILANDIA.
SAWADEE KA BANGKOK!
WAT PHO
TEMPLO DEL BUDHA RECLINADO
Vamos a descalzarnos, como cada vez que entramos en un templo, para ver la estatua de un impresionante Buda reclinado de 46 metros de longitud y 15 metros de altura (Preparad el modo «gran angular» en la cámara de fotos). La figura está construida en ladrillo y yeso dorado,; por lo tanto y como bien dice el refrán: no es oro todo lo que reluce…
Este complejo tiene 80.000 m2 y se trata de uno de los templos más grandes y más antiguos de Bangkok. Es el primer monasterio real y cuenta con 91 estupas (chedis) que contienen las cenizas de la familia real y de Buda. Para acceder hay que atravesar cualquiera de las 16 puertas custodiadas por gigantes chinos tallados en granito. Una curiosidad: se dice que éstas se usaban de lastre en las naves que venían de China.
Cuando visitéis la sala del Buda Reclinado, no olvidéis acercaros a mirarle la planta del pie porque está decorada en nácar con 108 símbolos.
Como sabéis , el 108 es un número sagrado en el budismo, es un símbolo de unión. La unión del yo, de la transparencia de la mente y del proceso de transformación hacia el infinito.
En uno de los laterales hay una fila con 108 cuencos, como no, donde los peregrinos van dejando unas monedas (podéis comprarlas fuera) a modo de ofrenda, dicen que trae buena suerte… como todo por lo que nos van a hacer pagar… Nosotros, preferimos no tentar a la suerte y hacer nuestra ofrenda.
¡SECRETO! Tenemos la receta para hacer la ofrenda perfecta y tener una vida plena, TOMEN NOTA: una guirnalda de flores, 9 varitas de incienso, 2 velas, y 11 hojas doradas. ¡DE NADA!
WAT BENCHANABOPHIT
TEMPLO DE MÁRMOL BLANCO
ESTE TEMPLO NOS HA ENCANTADO. Es precioso. Está construido en mármol italiano, el famoso mármol blanco de Carrara. Pero éste no es su único atractivo, en su interior alberga 52 estatuas de Buda realmente bonitas. Combina influencias europeas con la arquitectura tradicional Thai. Aquí se respira tranquilidad. Hemos tenido la suerte de ver a los niños y niñas que han venido a rezar y hacer sus ofrendas frente a la figura del gran Buda dorado. Como curiosidad, comentaros que sobre su trono descansan las cenizas de Rama V.
WAT PHRA KAEW
PALACIO REAL
Sin duda el Palacio Real es una visita imprescindible. Primero por ser uno de los más bellos del mundo y segundo, por ser todo un símbolo de la monarquía tailandesa. Y aún así, su historia es bastante reciente: se empezó a construir en 1782 cuando el rey , por aquel entonces, Rama I, decidió trasladar la capital de Ayutthaya a la actual Bangkok.
Si venís al Palacio Real, tenéis que venir a ver al Buda Esmeralda. Se encuentra en en el templo Wat Phra Kaew y fue construido expresamente para guardar en su interior este Buda de color verde.
SPOILER: No esperéis encontraros una estatua de la envergadura a la que estamos acostumbrados y mucho menos de la talla del Buda Reclinado, NO, NO NO. Esta representación de Buda es una pieza tallada en jade de 45 centímetros de altura. Lo que la hace especial es la multitud de leyendas que existen sobre su origen. Todas coinciden con que es un Buda muy viajero, parece que era el Marco Polo budista. Os vamos a contar la que a nosotros más nos ha gustado:
Según la leyenda, fueron Visnú (dios preservador y guardián) e Indra (rey de los dioses y devas) quienes ayudaron en la creación de esta hermosa talla. Dicen que la dotaron de poderes psíquicos y que traería la fortuna al reino que la albergara. Parece que esta figura estuvo viajando de un país a otro para evitar guerras, fomentar el budismo o traer la buena suerte hasta que en uno de los barcos en los que la transportaban naufragó y nunca se supo más de ella… hasta que en 1434 apareció en Chiang Rai: un rayo fulminó uno de los chedis del templo de Phra Kae y dejó al descubierto una pequeña figura de un buda de estuco. Los monjes, se dieron cuenta de que la nariz del buda estaba rota y había algo en su interior, comenzaron a eliminar la capa de estuco y TACHÁÁÁÁÁN bajo el yeso descubrieron una figura perfecta de Buda tallada en jade. La tala fue trasladada a varios sitios hasta que finalmente se ubicó en este templo construido en su honor.
Tras pasar por varios ubicaciones, finalmente, decidieron construir el templo Wat Phra Kaew en su honor. La figura se ubica en lo alto de un trono y CUIDADO: No se permite a nadie acercarse al Buda Esmeralda ni se pueden sacar fotos.
El Rey es el único que puede acercarse a él y cambiar su manto 3 veces al año. El objetivo no es otro que traer fortuna al país.
MAE KLONG
MERCADO SURREALISTA
¡VER PARA CREER!
Este es el mercado más surrealista en el que hemos estado: ¡el tren pasa por mitad del mercado!
Ocho son las veces que el tren atraviesa al día el angosto mercado de Mae Kong. Cada vez que se acerca, hace sonar su bocina para que los turistas preparemos nuestras cámaras y todos los vendedores plieguen sus puestos. Una vez que la locomotora ha pasado, todo vuelve a la normalidad en cuestión de segundos.
Según nos han contado, este mercado ya existía antes de que el tren pasara por aquí. En 1905 construyeron la vía y los vendedores se negaron a cambiar el emplazamiento de sus puestos. Y nosotros damos gracias porque el espectáculo, sin duda, es digno de ver.
¿QUERÉIS VER UN REEL CHULI PIRULI DEL MERCADO?
DAMNOEN SADUAK
MERCADO FLOTANTE
Otra de las cosas que no te puedes perder: hacer las compras en un mercado flotante. Tailandia está repleta de ellos, tenéis un montón de opciones en función de donde os encontréis. En nuestro caso, nos acercamos al de Damnoen Saduak.
Hoy en día parece que se han convertido en un atractivo turístico; sin embargo, en otra época en la que apenas había caminos o carreteras, los ríos y canales constituían la mejor forma de moverse.
De hecho, Bangkok llegó a ser conocida como la Venecia del Este. La mayoría de viviendas se encontraban a la orilla de los canales y contaban con pequeños embarcaderos. Cuando los habitantes de las casas necesitaban desplazarse, solamente debían montarse en su barca y remar para llegar a su destino. Y lo mismo hacían cuando intercambiaban sus bienes, artesanía o alimentos… Todo ocurría sin bajarse de la barca.
Hoy en día esa tradición sigue en pie (bueno, mejor dicho, en barca) para que podamos disfrutar de esta estampa tan curiosa.
KIN KHAW
Y por el mismo precio, os vamos a recomendar nuestros platos favoritos que no podéis dejar de probar.
Tanto en la gastronomía tailandesa como la camboyana, la relación con el arroz es tal que comer se dice KIN KHAW , que significa literalmente «comer arroz». Todas las comidas se acompañan de un bol de cocido. Para que nos entendamos: su arroz es nuestro pan.
PAD THAI ¡AI AMA, QUÉ RICO! Es un plato de fideos fritos con gambas (o pollo), verduras, huevo y tamarindo.
KHAO SOI. Sopa de coco, noodles, pollo o ternera) y un montón de condimentos, en su mayor parte vegetales.
CHICKEN SATAY. Brochetas de pollo a la parrilla con con salsa de cacahuete y rodajas de pepino.
KAO PAD SAPAROD es arroz frito con piña. Super instagrameable ya que el plato es la propia piña.
En nuestra recomendación no pueden faltar las cervezas Thai. Nuestra favorita: SHINGA.
Les encanta la FANTA DE FRESA. A nosotros, no tanto…
Fruta exquisita que no conocíamos: guayaba, mangostán, longan, fruta de la pasión, rambután…
Y fruta más conocida como la banana, el coco…
… y la piña. La piña nos la metían por las orejas TODOS LOS DÍAS. ¿Otra vez piña?
Y sólo para las personas más valientes: el durian.