belagua


ALLÁ DONDE LINDA ERRONKARI CON BARÉTOUS, ALLÁ DONDE EL AGRIETADO KARST DE LARRA FORMA UN CAOS PÉTREO, ALLÁ DONDE ABUNDA EL PINO NEGRO, ALLÁ DONDE LAS OQUEDADES ESCONDIDAS SE PIERDEN EN UN ABISMO, ALLÁ DONDE COMIENZA LA VERDADERA MONTAÑA PIRENAICA…


MAPA


ERRONKARI

Un pueblo muy roncalés

Casas de piedra con arcaica balconada de madera, portada de medio punto y tejados de fuerte pendiente construidos para aguantar el peso de la nieve. Si a estos ingredientes añadimos calles empedradas, ya no nos queda ninguna duda de que estamos en un pueblo netamente roncalés.

En más de uno de estos pueblos encontraremos alguna mención a los almadieros que escribieron una página importante de la historia del valle cuando no existía el transporte como lo conocemos hoy en día. La madera se transportaba en precarias embarcaciones formadas con troncos unidos entre sí que tomaron el nombre de almadías. Sobre ellas se emprendían peligrosos viajes por el río hasta el punto de venta de la madera. Todavía hoy, un domingo al año, realizan un descenso conmemorativo.

También nos gustaría contaros la historia de Gayarre, el tenor que cautivó con su voz prodigiosa los teatros del mundo. Queréis más, ¿verdad?

LA VOZ DEL PIRINEO. 
9 de enero de 1844. En la localidad de Erronkari (Roncal) nació Julián Gayarre. Se ganó la vida, primero como pastor y después como herrero, pero todo dio un giro cuando en la segunda mitad del siglo XIX, se convirtió en una figura de la ópera. Actuó por toda Europa y también en América, consiguiendo abarrotar todos los teatros por donde pasaba. Hijo de labradores, nunca olvidó su origen humilde ni su pueblo, lo que le hizo aún más grande.
Su fama alcanzó cotas inimaginables. Cuentan al respecto que una dama rusa envió desde Moscú una carta en cuyo sobre sólo se leía el nombre del tenor y su localidad natal. Pues bien, la carta llegó 6 días después sin que fuera necesario poner ningún dato más. Aún hoy, más de un siglo después de su muerte, Gayarre sigue despertando interés y admiración.
si no nos creéis acercaros a visitar su increíble tumba. Porque el tenor nació aquí y aquí está enterrado. Su mausoleo, escoltado por una alegoría de la Música que llora su muerte está realizado en mármol de Carraca y hierro colado, y su escultor (Mariano Benlliure) antes de traerlo a Roncal, lo exhibió por toda Europa y ganó numerosos premios por su belleza.

HIRU ERREGEEN MAHAIA

Punto culminante de Euskal Herria

Dicen que es la cima de Hiru Erregeen Mahaia o Mesa de los Tres Reyes, a 2428 metros de altura, convergen los tres territorios de Bearn, Aragón y Euskal Herria.

Sin embargo no es en su punta donde confluyen tales límites, sino en la cercana cumbre, La Table, unos veinte metros de desnivel menor. Tampoco parece probable que los reyes de Francia, Aragón y Nafarroa subieran a ella para discutir los asuntos de sus reinos. Ni es la única Mesa de los Tres Reyes en tierras navarras. Hay otra en la confluencia entre Ágreda, Fitero y Tarazona, donde los reyes de Castilla, Nafarroa y Aragón parece que lo tuvieron un poco más fácil.

Hoy ascendemos a la referencia más alta de nuestro territorio y una de las más visitadas del Pirineo navarro. No es de acceso fácil, pero las vistas desde su cumbre hacia el Petrechema, las agujas de Anasbêre y el macizo central pirenaico merecen el esfuerzo. Si queréis comprobarlo, es AQUÍ.


RINCÓN DE BELAGUA

Mata de Haya

Un gran glaciar moldeó el paisaje de este valle. Uno en el que el bosque de pino silvestre se exhibe en imposibles laderas y el hayedo, impenetrable en algunos puntos, todavía hoy da cobijo a algunos de los últimos osos pardos que sobreviven en el Pirineo. Y en sus altas cimas, como premio al esfuerzo realizado, nos muestra otra visión, donde una se ve empequeñecida.

Esa es la magia de Belagua.

Y quizá sea más. También es historia y es camino.

Belagua acogió en la época megalítica, las primeras expresiones de pastoreo. Fue ruta romana, ruta empedrada. Por este valle entraron durante siglos los peregrinos que, atraídos por las reliquias de Santa Engracia, se desviaron de la ruta principal hacia Santiago. Ese mismo camino fue posteriormente convertido en ruta de la lana, desde donde se daba salida comercial a interminables caravanas de mulas. Y es que en este valle se iba y venía.

Iban y venían los contrabandistas. Iban y venían bearneses contratados para construir bordas. Iban y venían las “golondrinas” mujeres del valle que caminaban hasta Maule en invierno y regresaban con la primavera después de fabricar alpargatas. Iban y venían las “auchas”, mujeres supuestamente endemóniadas, que desde Zuberoa las trasladaban para que la virgen de Garde las sanase.

Algo sabe Belagua de batallas y de guerras, de huidos políticos y de maquis, de pastores y modernistas, de culto al Sol y de culto a Dios. De todo ello han sido testigos las cumbres que con su encanto nos llaman.

Belagua mantiene intacta su personalidad y os animamos a comprobarlo en un cómodo sendero: es AQUÍ.


LAKARTXELA

¿Hay un lugar mejor?

Pocas cosas son tan placenteras como tumbarse a leer un libro en una cima herbosa a casi 2000 metros de altura con el solete en la cara. Si queréis comprobarlo, es AQUÍ.

ME PONGO PUNTILLOSA. 
¿Kartxela o Lakartxela?
Yo siempre lo he llamado Kartxela, pero el Diccionario Retana de autoridades del euskera indica que lakar viene a significar "áspero, escabroso" , y a este determinante calificativo se le une el sufijo intensivo –txe, que traduciremos por “muy”. Por último, un nuevo determinante, laa, que vale por cansancio o fatiga.
Y ya tenemos la construcción,  lakar-txe eta laa > lakartxe (eta)la(a).
En conclusión, Lakartxela significa literalmente “muy escabroso y (algo) fatigoso”. Y si ya habéis subido a su cima, sabréis que esto es indiscutible.

PIEDRA DE SAN MARTÍN

Piedra de San Martín: Un hito con mucha historia

En el Puerto de Belagua el mojón número 262 pasa desapercibido.

Está inclinado.

Parece que, en cualquier momento, vaya a vencerse sobre la hierba.

Sin embargo, está muy presente para la gente de estos valles, ya que, es aquí, donde desde hace más de 6 siglos se celebra un acuerdo muy particular…

SAVE THE DATE
En el collado de Ernaz los vecinos se reúnen cada 13 de julio para zanjar una disputa suscitada en el siglo XIV.
Esta ceremonia tiene su origen en un conflicto suscitado entre los habitantes de Erronkari y del valle bearnés de Baretous. Los problemas surgieron en torno a los derechos sobre pastos y fuentes que se tradujo en diversos episodios de violencia entre unos y otros. En uno de ellos, Pedro Karrika, de Izaba, mató a Pierre Sonsoles, de Arette. La polémica se zanjó con un tratado de paz que se firmó el 13 de julio de 1375 ante la Piedra de San Martín: EL TRIBUTO DE LAS TRES VACAS.
Desde entonces, los del norte entregan tres vacas de 2 años a los del sur y juran ante el famoso hito “pax avant”, es decir, paz desde ahora en adelante. A cambio sus rebaños podrán usar el agua y los ricos pastos de esta montaña durante 28 días.

AUÑAMENDI

La montaña sagrada del pueblo vasco.

Un paisaje kárstico es un lugar árido, de rocas calizas roídas por el agua de la lluvia o la nieve tras su deshielo. El líquido elemento se filtra en la superficie del suelo y en su seno va creando ríos ocultos que recorren las entrañas de las montañas, a la vez que lo erosionan o lo agujerean por dentro como si fuera un queso de Gruyère.

Exteriormente tan solo se observa una especie de meseta mineral fracturada y arañada, difícil de recorrer, lo que a muchos mendizales les recuerda a un glaciar petrificado, pero en el invierno, quedará tapado y dulcificado por un blanco manto de nieve. Y es por ahí arriba, por ese extraño paisaje al aire libre de severos lapiaces, por donde discurre el itinerario que desde el collado de Ernaz, asciende hasta el Auñamendi, pirámide perfecta donde la leyenda cuenta que Mari tiene una de sus moradas más bonitas. Si queréis visitarla, es AQUÍ.


CUEVA DE LA VERNA

www.laverna.fr

Los espeleólogos desentrañan año tras año los misterios del Karst de Larra: un paisaje lunar todavía incógnito de cavernas y galerías que, a lo largo de miles de años, fueron socavados por los caprichosos ríos subterráneos.

En el interior de este espacio laberíntico se descubrió la Cueva de la Verna: una cavidad descomunal de 260 metros de longitud, 250 metros de ancho y 190 metros de altura, es decir, 3´6 millones de m3. Para hacernos una idea, en esta sala caben 7 catedrales de Nôtre Dame de Paris.

Desde 2010 se puede visitar esta cavidad desde la localidad zuberotarra de Santa-Grazi. Y no sólo visitarla, también ofrecen la posibilidad de hacer un excursión subterránea con un guía, fuera de las plataformas adaptadas, siguiendo las huellas de los primeros exploradores. Si queréis convertiros en aventureros espeleólogos por un día, es AQUÍ.

GRACIAS A UNA CHOVA PIQUIGUALDA. 
Año 1951. El alpinista y geólogo Haroun Tazieff acude a filmar la profundidad de la tierra en la montaña de Auñamendi, allá donde linda el Roncal con Barétous. En este pétreo y agrietado paisaje gris de altitud, salpicado de pinos negros y de ralas praderas, el célebre vulcanólogo describe cómo un año antes dos espeleólogos vieron salir a una chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus). Uno de ellos, que era muy observador, reflexiona pensando que allí dentro seguramente habría un agujero, pues esos pájaros negros sólo anidan en lugares donde queda un vacío bajo ellos. Y, en efecto, así era: entran en el fondo de una hondonada escarpada, bajan ágilmente los 10 metros de acantilado y, al pie de la pared, localizan una oquedad escondida. Tiran dentro unas piedras que se pierden en el espacio de un abismo. Acababan de descubrir la Sima de la Piedra de San Martín.

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