bergen y el sur


ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL DE NUESTRA AVENTURA ESCANDINAVA.

ESO ES CIERTO.

PEEEEEEERO

TODAVÍA NOS QUEDA MUCHO POR DESCUBRIR.

El famoso barrio de Bryggen en Bergen

MAPA

FLÅMSBANA (el tren)

El trayecto de Flåm Railway
¡Pasajeros al tren!

Origen: Flåm (2m)

Destino: Myrdal (866 m).

Distancia: 20 kms.

Desnivel: 866 metros

Duración aproximado del viaje: 60 minutos.

Objetivo del viaje: Disfrutar del paisaje sublime.

¿ E M B A R C A M O S ?

En el el pueblito de Flåm, las cumbres que alcanzan los 1800 metros de altitud caen en picado hacia las aguas profundas del fiordo de Aurland. Este es el punto de partida del viaje en tren que presume ser uno de los más bonitos del mundo.

Los vagones verdes del Flåmsbana aguardan puntuales en la estación. Aquí no hay viajeros cargados con sus equipajes, sólo pasajeros que venimos a disfrutar de un paisaje sublime (podríamos llamarnos paisajeros, PERDÓN, tenía que decirlo…).

Impacientes, subimos a bordo, quedan dos asientos tapizados en granate junto a la ventanilla. Lo hemos conseguido. Nuestra nariz irá pegada al cristal para no perdernos nada del recorrido en tren más empinado del mundo: nada menos que 866 metros de desnivel salvados por una veintena de túneles, uno de ellos en espiral por el interior de la montaña.

Y la magia ocurre, el tren comienza su marcha. Nos espera una hora de infarto entre paisajes conmovedores.

Dejamos atrás la iglesia de madera de Flåm (siglo XVII) para adentrarnos en el valle: cascadas a nuestra derecha, cascadas a nuestra izquierda. El agua del deshielo glacial se precipita por pendientes casi verticales.

Atravesamos un túnel y otro, y otro. Suponemos que nuestras caras reflejan el mismo entusiasmo que la de nuestros vecinos de asiento, una pareja de suizos jubilados que después harán el descenso en bici. No es una mala idea.

Llegamos a una estación de color amarillo mostaza, cuyo cartel indica “Blomheller”. Aquí el valle empieza a ensancharse. El terreno rocoso deja paso a laderas cubiertas de flores silvestres y las cabras nos observan burlonas. No me gustan estas cabras. En sus miradas se observa una actitud de mofa como si estuvieran pensando “aquí llegan más turistas boquiabiertos mirando por la ventanilla del Flåmsbana como si no hubieran visto una cabra en su vida”. Repito, no me gustan estas cabras.

Un nuevo túnel, esta vez circulamos en espiral por dentro y fuera de la montaña. Me aseguro de que esta vez no me haya pillado ninguna cabra mirando con cara de lela el paisaje.

Al fondo del valle vemos el tramo Rallarvegen: 23 curvas empinadas que fueron clave para la construcción de este trazado ferroviario.

El tren aligera la marcha hasta que se detiene en la estación de Kjosfossen. Nos dejan apearnos frente a la cascada del mismo nombre. Sus aguas dan un salto de unos 225 m. para abastecer una pequeña planta hidroeléctrica que alimenta el ferrocarril de Flåm.

De repente, la lira, el arpa y los tambores nos acompañan. Los ritmos vikingos envuelven el lugar y de la cascada sale un ser propio de la mitología nórdica danzando. No es broma. Dejad que vuestra imaginación vuele para disfrutar del momento. Porque si os ponéis tiquismiquis veréis que se trata de un señor con peluca rubia envuelto en una sábana roja y atado a una cuerda haciendo movimientos espasmódicos. Y así, no hay magia posible. Yo sólo pensaba: Que que no nos miren las cabras…»

Volvemos a nuestros asientos. Por favor que este viaje no se acabe nunca.

Inevitablemente, Myrdal, está muy cerca.

Nuestro caprichoso viaje llega a su fin. La mayoría de los pasajeros permanecen sentados para realizar el viaje de vuelta. Algunos, hacen transbordo al ferrocarril Bergensbanen, una de las principales líneas de Noruega que recorre 496 km. entre Oslo y Bergen.

Pero, nosotros, tenemos un plan mejor. Nos apeamos junto con las personas que van a realizar el descenso en bici o a pie y Caminamos durante los 20 kilómetros y los casi 900 metros de desnivel para observar el paisaje sin prisa. Si quereis uniros, es AQUÍ.


RALLARVEGEN: LAS 23 CURVAS.
Año 1924. Noruega se encontraba entre las zonas más pobres e inaccesibles de Europa. La necesidad de forjar una nueva ruta comercial hacia el mar fue el origen para construir esta línea ferroviaria. Todo un hito de la ingeniería de los años 20.
Para evitar las zonas de avalanchas, a los ingenieros no les quedó más remedio que atravesar el río y el fondo del valle un total de tres veces y construir una veintena de túneles. Muchos trabajadores perdieron la vida excavando la ladera de la montaña con picos y palas.
Y la construcción de la carretera Rallarvegen para transportar la mano de obra y los suministros fue esencial para hacer una línea ferroviaria a través de las altas montañas.
El tramo de las 23 curvas cerradas son la parte más empinada de Rallarvegen, (desnivel de 350 m. en poco más de 4 kilómetros) y gracias a ellas los caballos pudieron arrastrar cargas pesadas hasta Myrdal. Aunque, no sólo los caballos, dicen que también hubo hombres fuertes como Laerdalsborken (conocido como "la bestia de Laerda") y Daniel Vidme que llevaron cargas de 50 a 60 kg sobre sus espaldas en el desafiante ascenso a Myrdal.
1 de agosto de 1940. Casi veinte años después de que comenzara a construirse, se inauguró la línea con dos trenes de vapor.
Cuatro años más tarde, se convirtió en una de las primeras líneas ferroviarias de Noruega en ser electrificadas.

TVINDEFOSSEN (la cascada)

Cascada Tvindefossen
Una de las tantas cascadas que salpican el paisaje noruego.

No es la única , ni la más espectacular, pero si que es un claro ejemplo de los saltos de agua que nos vamos a encontrar por todo el país.

En cualquier recoveco, giro de la carretera, paseo hay una cascada, y esta, la de Tvindefossen, es una más entre tantas. Pero se ve desde la carretera que va a Bergen, muy cerca de la localidad de Voss y nos preguntamos ¿por qué no hacer un alto en el camino?

116 metros de caída donde el agua se precipita por una pendiente rocosa. que Desde la carretera un salto de 116 metros por una pendiente rocosa.


BERGEN (el barrio de Bryggen)

Bergen

Si venís a Bergen, no olvideis el paraguas. En Bergen siempre llueve. SIEMPRE.

Aún así, hay que venir.

Bryggen, su parte más antigua, es una famosa postal declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Esto se debe a que durante la Edad Media, este era un puerto de la Liga Hanseática por el que trasegaba todo el tráfico de mercancías procedentes de Europa.

El poder de aquellos días permitió al muelle de Bryggen convertirse en un lugar de cuento: tejados puntiagudos, casas señoriales de colores, callejones repletos de galerías de arte y tiendas de artesanía, antiguos almacenes reconvertidos en restaurantes y cafeterías, y por supuesto, el Fisketorget, o lo que es lo mismo, el mercado de pescado.

Bergen, por lo tanto es una parada obligatoria.

LA LIGA HANSEÁTICA. 
Así se conocía a la poderosa organización medieval de ciudades del norte de Europa para defender el comercio marítimo. Durante el siglo XIII obtuvo mucho éxito: el comercio floreció y dio poder y riqueza a casi 200 urbes.
Una ciudad hanseática debía tener un puerto fácilmente accesible, contar con una producción propia de productos de primera necesidad (pieles, madera, trigo, lana, cera…) y buenas comunicaciones terrestres para la distribución en lugares alejados de la costa. Algunas de las más potentes fueron Lübeck, Hamburgo y Bremen.
Alrededor del año 1400 la Liga Hanseática estableció su sede en Bryggen, ejerciendo una gran influencia sobre la ciudad durante cientos de años.
En esa época, el dulce aroma del alquitrán entre las estructuras de madera quedó neutralizado por un olor todavía más fuerte: el de toneladas de pescado seco. Alemania se había asegurado el monopolio en la exportación de bacalao salado y desecado procedente de las ricas costas del norte de Noruega.
A cambio, los alemanes traían cereales, sal y otros bienes de lujo desde el continente, que luego eran distribuidos desde la costa hasta el interior del país.

FJØLØY (la historia)

El puerto de Fjøløy 
La Mertxe en Fjøløy 

Mientras buscábamos un sitio tranquilo donde dormir, nos hemos dado de bruces con uno de los capítulos más importantes, no sólo de la historia de Noruega, sino, de la historia mundial.

En Fjøløy encontramos los restos de un antiguo fuerte que se remonta a la II Guerra Mundial.

La ocupación de Noruega por la Alemania nazi comenzó el 9 de abril de 1940 con la Operación Weserübung y controlaron el país hasta su caída el 8 de mayo de 1945.

Una de las razones por la que los nazis atacaron Noruega era para controlar el hierro. Este mineral era esencial para construir maquinaria de guerra y ,como ya os contamos a nuestro paso por Suecia, el hierro que extraían de las minas de Kiruna lo transportaban en tren hasta Noruega y después lo exportaban por el fiordo de Ofot (cerca de de Narvik).

El país nórdico sirvió como útil base naval para la Kriesgmarine (la armada marina nazi). Pero los alemanes tenían miedo de un desembarco británico, por ello reclutaron obreros noruegos para construir fortalezas y defensas costeras a través de la extensa costa desguarnecida, entre ellos, el de Fjøløy.

Tras la victoria aliada en el Desembarco de Normandia (1944) y al determinarse que la invasión aliada no empezaría por Noruega, las tropas nazis empezaron a retirarse.

¿POR QUÉ ERA TAN IMPORTANTE CONTROLAR NORUEGA? 
Narvik se encuentra en el extremo norte de Noruega y, como ya os contamos a nuestro paso por Suecia, su puerto es uno de los pocos libres de hielo durante todo el año gracias a la corriente cálida del Golfo. Por esa razón, la ciudad estaba conectada por ferrocarril con las minas de hierro de Kiruna.
Conquistar Narvik, por lo tanto, era un premio muy apetitoso.
Hitler desplegó a sus mejores soldados rumbo a la costa septentrional. A los Noruegos les pilló por sorpresa y poco pudieron hacer ante el desembarco nazi. Pero los británicos no iban a permitir que los nazis se hicieran con el control del hierro. Así pues, los británicos, junto con otros valientes que decidieron terminar con el fascismo en Europa, se enfrentaron a los alemanes en la fría Noruega. Entre ellos, se encontraban republicanos que tras haber sido derrotados en la Guerra Civil optaron por volver a las armas y combatir por sus ideales (por ese motivo, encontraréis lápidas con nombres como Luis Lorenzo, Benito Rodríguez o Ramón Pujol en el cementerio de Narvik).
De abril a junio de 1940 los Aliados lucharon en un duro combate para proteger el vital puerto de Narvik. Lucharon y ganaron. Los alemanes se retiraron de Narvik en lo que sería la primera derrota de Hitler.
Sin embargo, este hecho se vio eclipsado.
La caída de Francia a manos de los nazis dio la vuelta a la situación. Los Aliados se retiraron para defender Gran Bretaña y los noruegos se quedaron solos. Narvik se rindió de nuevo a los alemanes el 7 de junio de 1940.

STAVANGER (las casas de colores)

Øve Holmegate: la calle más pintoresca de Stavanger

Calles adoquinadas, una catedral de más de 900 años de antigüedad y un casco antiguo con el asentamiento de casas de madera mejor conservado de Europa (incluye más de 170 antiguas casas de pescadores, de color blanco, algunas de ellas datan del siglo XVIII), debería ser suficiente para visitar una ciudad.

Pero Stavanger todavía ofrece más.

SE SALVÓ POR LOS PELOS.
El peluquero Tom Kjorsvik salvó la calle más famosa de Stavanger.
Allá por los años 90, Øve Holmegate estaba lejos de convertirse en el reclamo turístico que es hoy en día. Harto de verla oscura, vacía y sin negocios, el peluquero tuvo la brillante idea de contratar a un artista para que pintara las casas de colores. Este cambio de look animó a los comerciantes a abrir nuevos negocios hasta convertirla en lo que es hoy en día: el Notting Hill de Stavanger. Imprescindible darse una vuelta por estas calles coloridas repletas de tiendas de segunda mano, artesanía, cafeterías, librerías y restaurantes.

PREIKESTOLEN (el púlpito)

Lysefjord desde Preikestolen
Amaneciendo en el Púlpito

25 metros de ancho x 25 metros de largo en un ángulo de 90°.

Esto es Preikestolen.

Una roca que parece estar cortada por un enorme hacha conocida como “El Púlpito” y suspendida a 604 metros sobre el enorme fiordo de Lysefjord.

Y aunque algún día acabará cayendo, lo cierto es que lleva ahí desde la última Edad de Hielo.

Estamos en uno de los lugares más visitados del Noruega y eso significa que el lugar nos va a dejar con la boca abierta, PEEEERO también que va a estar lleno de turistas.

Y para disfrutar de lo primero, sin agobiarnos con los segundos, tenemos la solución: subir antes de que salga el sol.

Cuesta irse a dormir pronto, pero recorrer la montaña en plena noche requiere tener los sentidos alerta. El camino no tiene pérdida y las enormes piedras de granito nos acompañan, Subir, bajar, atravesar pasarelas de madera para salvar las zonas pantanosas, caminar a pasos cortos, subir escalones amoldados por sherpas nepalís, bordear pequeños lagos, atravesar pasarelas de madera para salvar las zonas pantanosas… y por fin llegar a esta gigante roca plana que se asoma al abismo.

Es conmovedor. Silencio. El sol se difumina entre la niebla. Fotos, fotos y más fotos.

Es inercia, es como tener un testigo de que estuvimos allí por si algún día la memoria se nos borrase:

«Hey, yo vi salir el sol desde el Preikestolen.

Ahora a plena luz del día toca desandar el camino,. La bajada es más costosa que la subida porque hay que esquivar a los turistas y aguantar sus gritos y conversaciones banales, para nada comparables a los susurros que del bosque que nos acompañaban durante la subida.

Si queréis vivir esta experiencia, es AQUÍ.


KRISTIANSAND (la despedida)

Mercado de pescado en Kristiansand

Kristiansand es la ciudad más al sur de Noruega y, por lo tanto la ciudad del país con más horas de sol al año. Cuenta con largas playas de arena blanca. En su paisaje ya no predomina una costa abrupta. Decimos ¡Adiós! a los fiordos y ¡Hola! a archipiélagos y playas idílicas. Este es el destino nacional preferido de los noruegos para pasar sus vacaciones. Es el Cádiz nórdico.

Sin embargo, nosotros no tenemos ganas de “pescaíto frito”, ni de playas. Estamos tristes porque esta es nuestra última parada en tierras noruegas. En poco más de una hora nuestro ferry zarpará del puerto de Kristiansand hacia Dinamarca.


TAKK NORGE!!!



FINAL DEL VIAJE… ¿O EL PRINCIPIO DE VUESTRA PRÓXIMA AVENTURA?

Esperamos que nuestra aventura escandinava haya podido inspiraros para que os atreváis a cargar la furgoneta y a recorrer estos paisajes tan impresionantes, y que no dudéis en compartirlo.

Lo queremos leer TODO.


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