AL IGUAL QUE LOS CARAVANEROS QUE, MIL AÑOS ATRÁS, CAÍAN RENDIDOS TRAS CRUZAR EL DESIERTO, NOSOTROS TAMBIÉN SUCUMBIMOS ANTE LOS ENCANTOS DE BUKHARA.

1. TALIPACH (la puerta de entrada)

Poco queda ya de aquella Bukhara protegida por murallas de 12 kilómetros de largo y 10 metros de alto, por cuyas puertas cruzaban numerosas caravanas que venían del norte. No. Ya no se recaudan impuestos y tasas de entrada en cada una de las 11 puertas por las que se podía acceder a la ciudad. No.
Sin embargo, de aquella muralla construida en el siglo XVI, durante el reinado de Abdullah Khan I, tan solo han perdurado hasta nuestros días 800 metros de muralla y dos de sus puertas originales. Hoy visitamos una de ellas: Talipach.
THE REDS.
Estas tierras han sufrido invasiones de mongoles, persas, turcos… han temblado con terremotos, se han quemado con incendios. ¿Pero qué fue lo que hizo que desapareciera su muralla?
El 2 de septiembre de 1920, el Ejército Rojo, The Reds (como les llaman por aquí), bajo el mando del general bolchevique Mijaíl Frunze atacó la ciudad. Después de cuatro días de lucha,la muralla quedó totalmente destruida, la ciudadela fue tomada y la bandera roja quedó izada en lo alto del minarete de Kalyan.
2. SAMÁNIDAS Y CHASMAI AYUB (los mausoleos)
Si habéis echado un vistazo a todo lo que necesitáis saber antes de visitar Uzbekistán, ya sabréis que por estas tierras ha pasado todo pitxitxi. Si os parece hacemos un pequeño resumen:
Bukhara fue fundada en el siglo V AC, fue el centro cultural de la famosa Ruta de la Seda, fue invadida por Alejandro Magno y vivió su esplendor durante la dinastía de los Samánidas al convertirse en el centro intelectual del mundo islámico. Estamos en el siglo X. Aquí nos detenemos porque el primer mausoleo que vamos a visitar es de esta época:
MAUSOLEO DE LOS SAMÁNIDAS (S. X)

Bukhara fue la capital de la dinastía Samánida desde el año 875 hasta 999. A esta época se la conoce como el «Renacimiento Oriental” porque dejaron un gran legado en el arte, la ciencia y la literatura.
El fundador de esta dinastía, Ismail Samani, construyó un monumento con forma de cubo construido con ladrillo cocido. En principio, ningún misterio ¿verdad?.
LOS MISTERIOS DEL MAUSOLEO DE LOS SAMÁNIDAS. - El parque en el que está construido era un antiguo cementerio. - El cubo mide 10x10x10. - Está lleno de simbología. El cubo representa la tierra y la cúpula, el cielo. Todo ello, engloba el universo. - Se cree que bajo el mausoleo se halla la cripta familiar de Ismail Samani. - Es el monumento más antiguo de la arquitectura islámica en toda el Asia Central. - Los ladrillos están colocados de diferentes formas, eso hace que, dependiendo de la dirección de la luz solar, el patrón en las paredes del mausoleo cambia su ornamentación. Es especialmente inusual durante la iluminación lunar.
No muy lejos de este mausoleo, encontramos otro monumento 2 siglos más joven (aunque tras la masacre de Gengis Khan hubo que volver a reconstruirlo):
MAUSOLEO CHASMAI AYUB (S XII-XV)

Este edificio de culto recibe su nombre en honor a Ayub (el bíblico profeta Job). La leyenda cuenta que la gente que habitaba en esta zona, moría de sed. Job dio con su bastón contra la tierra, y en el mismo instante apareció un pozo de agua clara y fresca. ¿Y a qué no os lo imagináis? Pues si, construyeron el mausoleo sobre la fuente.
ALLÁ DONDE FUERES, HAZ LO QUE VIERES.
La gente dice que el agua de esta fuente tiene poderes curativos. ¿Y si fuera verdad? No vamos a tentar a la suerte, así que nos unimos a un grupo de mujeres que esperan su turno dentro del mausoleo para dar un sorbo de esa fuente mágica. Observo el ritual para después repetirlo cual peregrina rebosante de fe ante el milagro.
Gaizka no se animó con el ritual y la gripe se apoderó de él durante nuestro viaje. Yo, por el contrario, divina como una rosa… GRACIAS JOB!
3. ARQ DE BUKHARA (la ciudadela)

Aunque hoy en día la ciudadela de Bukhara parece estar construida en una colina apartada de la ciudad vieja, nada más lejos de la realidad, la residencia de los khanes se alzaba en el corazón de la ciudad y lo que vemos hoy en día apenas representa 1/5 de su tamaño original. Durante más de 1000 años la ciudadela fue Bukhara en si misma.
Cuenta la leyenda, que los constructores, hartos de que cada vez que intentaban levantar la fortaleza se desmoronara, la construyeron sobre siete pilares situados en el mismo orden en el que las estrellas representan a la constelación de la Osa Mayor. Y de esa forma lograron que se mantuviese en pie ¿para siempre? No, para siempre, no. En 1920 los bolcheviques la dejaron en ruinas.
EL ORIGEN.
Aunque la fortaleza data del SV, según las investigaciones y excavaciones arqueológicas, en este lugar había asentamientos que datan del siglo IV AC ¡HACE NADA MÁS Y NADA MENOS QUE 2500 AÑOS!
Bukhara siempre ha estado aquí, creciendo de manera vertical, capa sobre capa, por eso, la colina sobre la que está construida la fortaleza es artificial.
4. POI KALON (la plaza)


De día, de noche, lluviosa, con sol, fugaz, detenida, vacía, abarrotada… da lo mismo.
Cada paseo que hemos dado por el centro de esta ciudad, merecía al menos una visita a esta plaza cuyo nombre se traduce como “pedestal del grande” y que compone el decorado más genuino de Bukhara.
Aquí se funden las historias de una Mezquita, un Minarete y una Madrasah que, por supuesto, os contamos a continuación:
MADRASAH MIR-I ARAB

Mir-i Arab, que significa «Príncipe de los árabes», es uno de los centros de enseñanza Islámica con más renombre de Asia Central, porque, a diferencia de las madrasas que visitamos en Khiva, ésta sigue en funcionamiento.
Por eso, tendremos que conformarnos con visitar tan sólo su exterior. ¡Y MENUDO EXTERIOR! La representación perfecta en piedra y azulejo de una obra simétrica coronada por sus dos cúpulas, como no podía ser de otra manera, de color azul.
SIEMPRE BIEN ACOMPAÑADOS.
Para los uzbekos, y los musulmanes en general, los gatos son prácticamente sagrados. Se cree que Mahoma predicaba siempre con un gato a su lado y que, en una ocasión, su mascota le salvó la vida al pegarle un manotazo a una serpiente venenosa que estaba a punto de morder al profeta.
MINARETE KALON

¿Que levante la mano la persona a la que este minarete le recuerde a un faro?
Vale, vemos que no somos los únicos. Y es más, os diremos que, a pesar de que haya que cruzar varios países para sentir la brisa marina, esta torre actúo como algo parecido a un faro en la Ruta de la Seda: al iluminar su cúspide de 48 m. servía como guía a los comerciantes que llegaban a Bukhara.
POR LOS PELOS.
Genghis Khan, el cruel mongol que arrasaba todo a su paso, se apiadó de este minarete circular. También se mantuvo en pie tras el bombardeo del Ejercito Rojo en 1920.
Aún así, si nos acercamos a su fachada podemos ver las cicatrices de algunos cañonazos… Tocado pero no hundido.
MEZQUITA KALON

Bienvenidos a una de las más grandes mezquitas de Asia Central, superada tan sólo por Bibi Khanum (la visitaremos cuando vayamos a Samarcanda). Aunque esta última, ya no funciona como mezquita.
A Kalon todavía vienen los fieles a rezar, no los 10.000 que venían en épocas pretéritas, pero hoy en día, es habitual que en este patio de proporciones inmensas se mezclen turistas con los musulmanes que son llamados a la oración. Sea como fuere, todos muestran su asombro ante la cúpula azul turquesa (Kok Gumbaz) que corona, perfecta, el templo. En medio del patio, una morera, como no podía ser de otra manera. Y alrededor, un corredor de columnas y techos abovédanos que permiten que en los meses especialmente calurosos sea posible respirar en este sitio.
CALCINADA. Antes, os hemos contado que Genghis Khan se apiadó de su vecino minarete. Sin embargo, destruyó la mezquita por completo. Cuentan que la vio tan hermosa que creyó que era el Palacio del Emir y por eso la prendió fuego.
5. CHOR MINOR (los 4 minaretes)

Callejear por la verdadera Bukhara, ese es el premio de visitar Chor Minor.
Salirnos del centro histórico para fotografiar el monumento de los 4 minaretes, ha sido todo un descubrimiento que sin duda, os recomendamos.
LA MEZQUITA FAKE
Al tener 4 alminares, podemos pensar que se trata de una mezquita. ERROR. Chor Minor es una madrasah, o por lo menos, lo que queda de ella.
Fijaos bien, porque cada uno de los cuatro minaretes tiene una forma distinta. Se cree que los elementos de decoración de las torres reflejan cuatro religiones diferentes. Como mínimo es fácil ver que algunos elementos similares a una cruz, un pez cristiano y una rueda de oración budista, esperamos ansiosos si alguien ve alguna pista más.
6. LYABI HAUZ (el estanque)

Los habitantes de Bukhara llevan siglos reuniéndose junto a este estanque. No es de extrañar, por lo tanto, que esta sea la zona más animada y vital de la ciudad.
Pero a Lyabi Hauz no sólo hay que venir a tomar unas cervecitas mientras cenamos y escuchamos música en directo. En este complejo se encuentran también la enorme madrasah Kukeldash (de 1568) que tuvo el honor de ser la escuela islámica más grande de Asia Central; otra madrasah, la de Nadir Divangegi (de 1630) y que en su origen fue uno más de las decenas de caravansares que existieron en la ciudad; y la khanaka, que servía de refugio a los derviches errantes y cumplía la función de mezquita de barrio.
LOS ESTANQUES
Lyabi Hauz significa “junto al estanque”.
Pero éste no era el único lago artificial que existía en la ciudad. No. Había 113. Estos lagos eran el principal suministro de agua de Bukhara. Pero había un problema, las aguas estancadas hacían que se propagasen enfermedades. El Gobierno soviético secó la mayoría de ellos para prevenir infecciones y sólo han quedado unos pocos, como este de Lyabi Hauz o el que encontramos junto al Mausoleo de los Samánidas.
7. MADRASAH ULLUGHBEK ( la más antigua)

Esta es la más antigua de las tres madrasas construidas por Ulughbek, el nieto de Amir Timur, y data de 1417. Posteriormente, Ulughbek ordenó la construcción de madrasas en Samarcanda y Gijduvan.
La construcción destaca por el equilibrio de sus formas, la armonía y la sencillez de su decoración. Una de las características interesantes es que el pasillo de entrada no lleva al patio, sino que se bifurca y se dirige a dos lados: a la mezquita y darskhona (sala de estudios).
En esta madrasah podían caber hasta 80 alumnos que estudiaban la astronomía, matemáticas, lengua árabe y temas religiosos. Muchos llegaron a ser destacados pensadores y poetas.
MOTIVOS ASTRALES
En la puerta de entrada hay tallada una frase del Corán: “la aspiración hacia el conocimiento es la obligación de cada musulmán”. Muy acertado, teniéndo en cuenta que Ullughbek (hablaremos de él más detalladamente en nuestra visita a Samarcanda) llegó a ser uno de los astrónomos más brillantes del mundo.
Por eso, como era de esperar, en los elementos decorativos predominan los motivos astrales.
8. MADRASAH ABDULAZIZ-KHAN (la vistosa)

Dos siglos más tarde, en 1652, se levantó frente a la de Ullugbek esta madrasah. De estilo muy distinto a la primera, ambas forman parte del mismo conjunto.
De mayor tamaño que su vecina de enfrente y suntuosamente decorada, muestra un portal de entrada que sorprende por su altura y por los bellos mocárabes policromados. Por primera vez, las paredes de una institución espiritual se cubren con imágenes de paisajes, árboles y flores, además de imágenes de animales que, si afinamos un poco nuestra imaginación, podremos descubrir entres sus paredes: pavos reales, serpientes, dragones, el pájaro de la felicidad Simurg… qué alguien nos diga si se nos escapa alguna.
Si os fijáis bien, veréis que el edifico está sin terminar. La parte izquierda de la fachada y la derecha del patio no están decoradas. Esto se debe a que en ausencia de Abdulaziz Khan hubo un golpe de estado y la construcción se detuvo. Parece ser que casi 500 años después, no ha habido nadie que remate la construcción del edificio…
Ya dentro, en el patio, esquivando a las vendedoras que nos atrapan con el mejor de los suzanis, podemos visitar una darskhana (sala de estudios)con interesantes pinturas murales.
LA MEZQUITA DE INVIERNO
La entrada a la madrasah es gratuita, pero si se quiere visitar la mezquita de invierno, hay que pagar la entrada. Sin duda, merece la pena, ya que está sin restaurar y eso le da un halo de misterio y autenticidad que apenas se puede encontrar en ningún otro sitio. Cabe destacar las grietas que parece que de un momento a otro harán tambalear el edificio y el retrato de un hombre con turbante que se distingue en una de las paredes del templo, que, según dicen, es el retrato del propio Abdulaziz. Si no habéis atinado con las imágenes de los animales en la fachada, con este, ni le intentéis.
9. TOKI (el mercado cubierto)

Hemos cambiado los caravansares por cómodos hoteles. Ya no necesitamos cobijar a nuestros camellos cuando cruzamos las murallas de Bukhara. Pero, ¿qué nos decís de los bazares? Eso que no nos lo toquen. Nos encanta sentir que el espíritu comercial de esta ciudad sigue manteniendo la esencia de la Ruta de la Seda.
Visitaremos varios de estos tokis (mercados cubiertos) bajo techos abovedados, construidos estratégicamente para soportar las circunstancias del gélido clima invernal y del llameante estival. Sus nombres hacen mención a los antiguos gremios (el de los joyeros, de los tejedores de alfombras, …). Encontraremos suzanis, recipientes de cobre, alfombras, cuadros, especias, tés, dulces, perfumes…
TOKI SARRAFON, EL BANCO DE CONFIANZA DE LA RUTA DE LA SEDA
Cerca de Lyabi Hauz, se encuentra el pequeño bazar Toki Sarrafon, cuyo nombre significa “cambiadores de dinero”. Su nombre recuerda la función que durante siglos llevaron a cabo, un trabajo esencial para que este entramado comercial tuviese éxito. No cuesta imaginarse a los mercaderes venidos de Persia, India, Afganistán, China o Turquía, necesitando hacerse con nuevas divisas para funcionar económicamente a lo largo de su viaje. Pero no sólo eso, también se encargaban de guardar las fortunas de los comerciantes más pudientes. les dotaban con una especie de cheques para evitar que fueran asaltados y robados durante su periplo por el desierto. De esta manera, podían recuperar lo que necesitasen en su próxima parada. ¡ERA COMO VIAJAR CON LA REVOLUT O LA N26!
10. MEZQUITA BOLO HAUZ (las 40 columnas)

Su construcción comenzó en el siglo XVII por iniciativa del gobernante de Bujará, el emir Shah Murad. Éste quería demostrarle a su pueblo que él era un simple mortal y, por eso, construyó una mezquita pública a la que asistiría, junto al resto de fieles, a practicar la tradicional oración.
Aunque su nombre significa «estanque para niños”, todo el mundo la conoce como la mezquita de las 40 columnas.
¿POR QUÉ 40 COLUMNAS?
A estas alturas, os habréis dado cuenta que la mezquita de las 40 columnas, sólo tiene 20.
No desesperéis, alejaros un poco del templo, un poco más, un poco más, eso es, hasta el otro lado del estanque. Volved a mirar ¿Cuántas columnas hay ahora? Eso es, ¡40!