fiordos occidentales


DESDE 2005, LA ZONA DEFINIDA COMO LOS FIORDOS DEL OESTE DE NORUEGA ESTÁ INCLUIDA EN LA LISTA DE LA UNESCO.

Y NO ES DE EXTRAÑAR. GRAN PARTE DE NUESTRA RUTA DISCURRE POR SERPENTEANTES CARRETERAS A LOS PIES DE FIORDOS ENCLAVADOS ENTRE AFILADOS PICOS Y SALVAJES CASCADAS.

Los fiordos occidentales

MAPA

ATLANTIC OCEAN ROAD (los 8.274 metros)

La carretera panorámica del Atlántico
Uno de los ocho puentes que unen la Atlantic Ocean Road

Menos de 8´3 km. 8.274 metros. No tiene más. Ni falta que le hace.

Esta es la distancia que le ha bastado a la Atlantic Ocean Road para convertirse en una de las carreteras panorámicas más hermosas del mundo.

Conecta Averøy con el continente a través de una serie de pequeñas islas atravesadas por 8 puentes. Y el más fotografiado, sin duda, es el

Storseisundet, el que más se retuerce.

EL CAMINO A NINGÚN LUGAR.
El puente Storseisundet es una de las obras de infraestructura más populares de Noruega. Se define por su peculiar diseño: 260 metros de largo y una pendiente que llega a una altura de 23 metros sobre el nivel del mar, lo convierten en el más largo y el más alto de la Atlantic Road. Pero eso no es lo que lo hace extraordinario. Lo que caracteriza esta pasarela es su curvatura debido a que su punto inicial y final no son paralelos.
Tardaron 6 años en construirlo y se inauguró a finales del siglo pasado, sin embargo la obra tuvo que ser interrumpida en 12 ocasiones debido a que se encuentra en una zona de constantes huracanes; ésta es una de las razones por la cual la estructura se eleva tantos metros en comparación con la carretera principal. El Diario Mail lo ha nombrado como “el camino a ningún lugar” debido a su fascinante diseño.

TROLLSTIGEN (la escalera de los Trolls)

La carretera de los trolls
Trollstigen

Teníamos pensado sacarle los colores a «La Mertxe» mientras ascendíamos por las 11 exigentes curvas de 180° que serpentean a través de la carretera de los Trolls

PEEEEEERO, NUESTRO GOZO EN UN POZO…

La carretera de Trollstigen permanecerá cerrada durante todo 2024 y buena parte del 2025 (Os dejamos AQUÍ la información) .

Así que, ¿no vamos a disfrutar de la carretera más bonita de Noruega?

¡QUÉ NO CUNDA EL PÁNICO!

TENEMOS LA SOLUCIÓN.

LA SOLUCIÓN: 
¿Qué no se puede subir conduciendo? Pues lo haremos a pie. Existe una vía alternativa, todavía más atractiva si cabe, para admirar despacio, sin prisa, estas vistas impresionantes.
¡ATENCIÓN! No os asustéis al llegar arriba. Al alcanzar Stigrøra a casi 900 metros sobre el nivel del mar, os encontrareis con terroríficos seres humanoides deambulando de un lado a otro. No, no son trolls, se trata de una horda de turistas que acceden en autobús por el otro lado del puerto. DON´T PANIC! La mayoría de las veces son inofensivos y nos dejaran asomarnos al mirador de acero (diseñado por el arquitecto noruego Reiulf Ramstad) para disfrutar del paisaje abrumador.
Si queréis descubrirlo, es AQUÍ.

ÅLESUND (el art nouveau)

Ålesund

¿Y por qué desplazarnos hasta Ålesund para visitar simplemente una ciudad?

Porque Ålesund no es la típica ciudad noruega…

ÅLESUND IS DIFFERENT.
1904. La tormenta descarga toda su ira en esta ciudad. Un rayo cae en una fábrica de conservas que pronto deriva en un incendio.
El fuego se propaga por todas partes y las casas de madera contribuyen a ello. Del incendio solo se salva una casa, la que hoy se conoce como “la casa milagro”.
Ante la catástrofe Ålesund resurge de sus cenizas, pero con una particularidad: las calles se amplían y se usa a piedra y el ladrillo para los edificios, dando paso al estilo "art nouveau escandinavo".
Por eso, no hay ninguna ciudad noruega que se le parezca.

STORDAL (la desconocida)

Doble arco iris a los pies del fiordo

Es raro que Stordal aparezca en alguna guía.

A simple vista no tiene nada destacable: un pequeño municipio a medio camino entre Ålesund y Geirangerfjord.

Sin embargo, para nosotros fue todo un descubrimiento. Más que por el lugar en sí, por lo que allí vivimos.

Estábamos cansados, nos habíamos calado en nuestra visita de Ålesund y, aprovechando que la lluvia empezaba a remitir, paramos en este pueblito para tomar algo caliente y entrar en calor. Tampoco sabíamos donde dormir esa noche porque nos dirigíamos a Geirangerfjord y no queríamos pernoctar en un sitio tan turístico. Total, que con este panorama, paramos al final del pueblo, en un pequeño parking junto a las típicas casitas rojas de pescadores y a los pies del fiordo Storfjord , que en noruego quiere decir «Gran Fiordo».

Había un hombre pescando, al que ni la lluvia ni el frío parecían preocuparle y mientras nos cambiábamos de ropa preparamos un chocolate caliente.

El hombre miraba nuestra furgo, parecía que no le salían los cálculos entre la distancia que había desde Stordal y la ubicación que indicaba la matrícula de La Mertxe.

Nos acercamos, le ofrecimos una taza de chocolate caliente y corroboramos sus cálculos: «Si, buen hombre, hemos recorrido un porrón de kilómetros, estamos muy lejos de casa.»

Un rayo de sol anunciaba que el temporal ya había pasado y el más bonito de los arcoíris hizo acto de presencia, De repente, ¡otro más! Y, yo, fascinada, grité:

¡ ¡ ¡ M A G I A ! ! !

El hombre se giró, yo pensaba que estaba molesto porque mi gritó había espantado a la captura del día, pero no, nos miró y nos felicitó.

Le preguntamos que a qué se debía esa enhorabuena y nos dijo que por nuestro amor.

No supimos qué decir, y él debió de pensar que por nuestras latitudes no existía tal fenómeno, así que nos pidió rellenar la taza de chocolate y nos contó la siguiente historia:

EL DIOS QUE SE ENAMORÓ DE UNA MORTAL.
Para los nórdicos existen dos mundos; por un lado, el de los mortales (Midgard) y, por otro lado, el de los dioses (Asgard). Y en medio hay algo que los conecta. Ese algo se llama Bifröst, el legendario puente con forma de arcoíris.
Por eso, cuando Bifröst aparece en el cielo, siempre es motivo de fascinación.
Pero, ¿qué pasa cuando ese "puente" se duplica en el firmamento?
El hombre nos cuenta que una vez un dios se enamoró perdidamente de una mortal y que quedó tan cautivado que no quiso separarse de ella.
Por eso, dice, que cuando vemos un arcoíris doble significa que el amor está en el aire. Este fenómeno ocurre cuando nos encontramos ante la persona que amamos y nos complementa, al igual que ambos arcoíris se suplementan en una simetría perfecta. Por eso, si os fijáis el segundo arcoíris reproduce los colores cambiados de orden, es decir: violeta, azul, añil, verde, amarillo, naranja y rojo. Complementando al primero.

Todavía no sabemos si aquel hombre, aburrido ante la escasez de pesca, quiso tomarse un buen chocolate a nuestra costa. Sea como fuere, esa noche nos quedamos a dormir a los pies del Gran Fiordo, con los ojos haciéndonos txiribitas, como los de aquel Dios que una vez se enamoró de una mortal.


GEIRANGERFJORD (el más famoso)

Preparados para navegar por el fiordo más famoso
Nuestra zodiac frente a la cascada del Penitente

Hoy toca visitar algo grande. La primera vista de uno de los fiordos incluidos en la lista de la Unesco es desde el mirador de Ørnevegen (la carretera del Águila). Once curvas cerradas y empinadas (que La Mertxe nos perdone) nos separan del pueblo de Geiranger. donde nos pondrán el traje típico de turista noruego y nos subirán a una zodiac para surcar a toda velocidad este soberbio paisaje.

Sobre nuestras cabezas, montañas que superan los 1600 metros de altitud; y bajo nuestros pies, 260 metros de profundidad de agua salada.

¿No es una maravilla?

LAS SIETE HERMANAS.
Una de las paradas obligatorias cuando atravesamos este fiordo es la cascada de las Siete Hermanas.
Cuentan que un campesino tenía siete hijas. Un joven que vivía al otro lado del fiordo quiso casarse con la más joven, sin conseguirlo. Intentó entonces lo mismo con otra de las hermanas, con idéntica respuesta. El joven lo intentó una y otra vez y todas y cada una de las hermanas le dio calabazas.
Dicen que el joven, a modo de venganza, las convirtió en cascadas: la de las siete hermanas. Un gran alto de agua con 7 brazos que se precipita al fiordo desde un saliente rocoso.
Enfrente, aguarda la cascada El Pretendiente. No necesita ninguna explicación. Parece ser que, el joven, desilusionado por tantos rechazos, se dio a la bebida. Y que él mismo se convirtió en cascada, frente a la de las siete hermanas que no le habían correspondido y dejando en medio un espacio que se asemeja al de una botella. Juzguen ustedes mismos...

DALSNIBBA (el mirador)

Dalsnibba

Continuamos la aventura.

Ahora toca ascender por la carretera Dalsnibba.

En serio, no sabemos cuanto cobran las personas que se dedican a calificar las carreteras noruegas como «la ruta panorámica más bonita del mundo», pero poco nos parece. La verdad, es que se trata de una ardua tarea.

Paséis por el escenario que paséis, es difícil cerrar la boca y quitar esa cara de asombro.

GEIRANGER SKYWALK
A 1500 metros de altitud, en el monte Dalsnibba, han plantado una pasarela que ofrece vistas despejadas al fiordo de Geiranger. La sensación es la de flotar, una reja de hierro a nuestros pies y una barandilla de cristal nos separan de una caída libre de aproximadamente 500 m.
No os lo podéis perder, pero tened en cuenta que sólo está abierto desde mediados de mayo hasta finales de verano.

GAMLE STRYNEFJELLSVEGEN (scenic route)

Otra carretera panorámica de Noruega

Y como empieza a ser habitual, dejamos una carretera panorámica para adentrarnos en otra que «tanto monta, monta tanto».

Recorrer este país en nuestra furgoneta, nos recuerda (como reza aquel regalo que nos hicieron nuestros amigos Pedro y María) que la carretera en sí misma
es un destino.

Y eso se confirma al cruzar la Gamle Strynefjellsvegen: una hermosa ruta panorámica por una de las carreteras más antiguas del país para abandonar poco a poco los fiordos occidentales y adentrarnos de manera gradual en el sur de Noruega.

27 kilómetros que van desde Grotti a Videsaeter bastan para dejarnos con la boca abierta.

UNA OBRA MAESTRA.
Ya no hablamos sólo el paisaje en el que está enclavada, la carretera en sí es un hito y un testimonio de una obra maestra de diseño de ingeniería de una época pasada.
Hoy el día está lluvioso, hoy los termómetros no alcanzarán esas temperaturas máximas de 15°C que acostumbran a rozar en los meses de verano, cuando el mercurio alcanza los valores más altos del año. Hoy no tendremos esa suerte. La carretera zigzaguea yendo de un bello lago de montaña al siguiente. El asfalto se integra en el paisaje donde, de vez en cuando, se precipita alguna estruendosa cascada.
Fue el ser humano el que construyó con sus manos esta ruta hacia finales del siglo XIX. La antigua mampostería de piedra y las largas filas de piedras guardianas brindan la sensación de viajar hacia atrás en el tiempo. La antigua carretera ofrece contrastes imponentes en el paisaje: a un lado, formas redondeadas que llevan el sello de la edad de hielo y, al otro, laderas escarpadas.
No en vano, esta antigua carretera turística lleva impresionando a los viajeros como nosotros durante más de un siglo.

URNES STAVKIRKE (la iglesia medieval)

La iglesia de madera de Urnes

Y si venís a Noruega: HAY QUE VISITAR UNA IGLESIA DE MADERA.

¿Por qué?

Porque las iglesias de madera, conocidas como Stavkirke, se construyeron durante la Edad Media. Su laboriosa arquitectura nace de la tradición de tala de madera de los vikingos. LLegó a haber alrededor de 1500 iglesias medievales repartidas por todo el país; hoy en día, tan sólo se conservan 28 y la mayoría están en el sur.

Nosotros nos decantamos por visitar la iglesia medieval de madera de Urnes, inscrita en la lista de la UNESCO desde 1979 por ser la más antigua de las que se conservan.

Se construyó en torno al año 1130.

Para llegar a ella, cruzamos desde Solvorn en ferry el fiordo Lustrafjord (uno de los brazos más interiores del fiordo Sognefjord).

CONSEJO: No hace falta que paséis en vehículo, podréis hacerlo a pie, ya que a la iglesia sólo se puede llegar caminando).

LA MÁS ANTIGUA.
La iglesia de Urnes es un legado de aproximadamente 900 años tallado en madera.
Fue construida entre los siglos XII y XIII y pueden observarse en ella reminiscencias del arte celta, de las tradiciones vikingas y de la estructuración del espacio característica del románico.
Las puertas y pináculos de madera cuentan con interesantes tallas que combinan motivos cristianos con temáticas vikingas en las que figuran animales y dragones. Aquí, todavía conviven los dioses nórdicos y el cristiano.
Las increíbles técnicas de tallado y construcción que empleaban los vikingos, sobre todo en sus barcos y casas, se siguieron desarrollando y fruto de ello es la espectacularidad de estas iglesias.
Hay un motivo para creer que los vikingos construyeron muchas de estas iglesias sobre tierra consagrada. Por aquella época, la religión Åsa no contaba con una casa de adoración y su práctica se llevaba a cabo en bosques sagrados, junto a un altar o en un hov pagano que solía ser una sala amplia o el recibidor del granjero más rico del pueblo.

SOGNEFJORD (el más largo y profundo)

Stegastein Viewpoint

El fiordo de los Sueños, Sognefjord, con sus 204 kilómetros es el más largo y profundo de Noruega y el segundo más grande del mundo. En su punto más profundo, el fiordo desciende más de 1300 m y la montaña a lo largo del fiordo se eleva a más de 1700 m.

Este hecho lo convirtió durante la Edad Media en un punto de comercio natural entre las zonas de interior y de la costa.

Se extiende desde la costa, al norte de Bergen, y hasta las majestuosas montañas del Parque Nacional Jotunheimen y el hielo azulado de los glaciares del Parque Nacional Jostedalsbreen.

Su brazo más estrecho es Nærøyfjorden, que tiene 19 kilómetros de largo y en su parte más estrecha alcanza los 250 metros de ancho. Este angosto fiordo entró a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2005 junto con el de Geirangerfjord.

Otro de sus brazos más célebres es el Aurlandsjford. Esta rama surca cascadas salvajes y paisajes de postal de grandes pendientes montañosas. Tal vez, el mejor lugar para observarlo sea el mirador de Stegastein.

STEGASTEIN VIEWPOINT
Y Stegastein merece la pena, no sólo por ser el mirador al grandioso fiordo de Aurland, sino, por ser una espectacular y galardonada plataforma de madera.
30 metros de largo y 4 metros de ancho, madera laminada y acero desafían la gravedad a 650 metros sobre el nivel del mar y multitud de arquitectos se devanan los sesos por entender cómo Todd Saunders y Tommie Wilhelmsen lo hicieron posible.

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