NADIE QUE HAYA ESTADO EN LA ANTIGUA CIUDAD PERDIDA PODRÁ OLVIDAR EL ESPECTÁCULO DE SUS EDIFICIOS TALLADOS MAJESTUOSAMENTE EN ESTE LEJANO CAÑÓN DEL DESIERTO.
¿QUIÉN LA CONSTRUYÓ Y POR QUÉ AQUÍ?
En el sur de Jordania, en el corazón del desierto, yace un tesoro antiguo extraordinario:
LA ANTIGUA CIUDAD PERDIDA DE PETRA.
Fue construida hace más de 2000 años por los Navateos: unos cracks del desierto.
En menos de dos siglos convirtieron rocas en maravillas arquitectónicas.
Pero, ¿por qué decidieron construir la capital del Reino Navateo precisamente aquí?
Principalmente por dos motivos:
EL CRUCE PERFECTO
No es una coincidencia que Petra fuera el lugar perfecto para construir una ciudad próspera.
Se estableció aquí porque era el paso de varias rutas comerciales.
EL CRUCE PERFECTO
Durante el primer milenio, Arabia Saudita y Yemen se convirtieron en el centro de la producción de incienso y mirra (dos de las plantas aromáticas que se distribuyeron por el Mediterráneo). Así se formó una ruta de comercio entre Yemen y el Mediterráneo cuyo centro era Petra. Se transportaban, sobre todo, incienso, mirra, turquesas y gemas.
Más tarde, la ruta se amplió pasando por lo que ahora es Kuwait y traían, ademas, seda y bienes chinos.
Petra era el nexo perfecto.
EL SIQ
Pero, ahí no acaba la cosa.
Además, las colinas inclinadas que rodean la ciudad representaban una protección natural contra saqueadores e incluso posibles invasiones de los reinos vecinos.
Para acceder al interior, sólo había una opción: atravesar un estrecho cañón creado por la erosión de 1200 metros conocido como el Siq.
LOS SECRETOS DE SU CONSTRUCCIÓN
La ciudad de Petra está llena de monumentos (más de 3000) que demuestran la grandeza de una ciudad próspera y lujosa. Aún hoy, al ver cómo desafía al desierto y al paso del tiempo, cuesta comprender cómo la construyeron.
Tomad asiento porque vamos a desvelar algunos de sus secretos:
AL-KHAZNEH (el tesoro)
Que nadie se asuste si al atravesar el Siq y ver el Tesoro se le cae la mandíbula al suelo.
Es un efecto secundario de entrar en Petra. le pasa a todo el mundo.
A mi me pasó incluso antes de poner un pie frente al monumento.
Mucho antes.
Creo que tenía unos 8 años y estaba en el sofá de mi casa viendo «Indiana Jones y la última cruzada”.
Cuando vi al famoso arquelógo entrar en ese templo en busca del santo grial, mire a mis padres y les pregunté si ese lugar existía. Me dijeron que si, que era Petra. Desde ese día he querido plantar mi culo frente a esta impresionante fachada.
LO QUE VEMOS
En esta ciudad no se andan con chiquitas.
Aquí no se dejan el plato fuerte para el final, ni mucho menos.
Una vez que atravesamos el Siq, se abre una explanada de 23×11 metros. Es la entrada a Petra y la protagoniza Al-Khazneh, conocido como el Tesoro, uno de los monumentos más lujosos construidos por estos maestros arquitectos.
La fachada imponente está decorada con ornamentos con influencias griegas y egipcias. Mide casi 40 metros. En el primer nivel, las columnas están coronadas con capiteles decorados con espirales y vegetación. A ambos lados vemos dos personajes a caballo. Se cree que puede ser una representación de los hijos de Zeus.
En la parte superior hay un tholos: una estructura circular de los antiguos griegos. Está rodeada por esculturas de apoyo y tallas (prácticamente invisibles tras 2000 años de erosión).
El monumento está coronado por una urna funeraria enorme que mide 3´5 m de alto.
¿POR QUE LE LLAMAN EL TESORO?
Porque según una leyenda local, un faraón egipcio escondió su fortuna en la urna que corona el edificio. Los beduinos incluso disparaban a la urna pensando que contenía oro. Aún pueden verse los impactos de bala.
LO QUE NO VEMOS
Ahora viene lo bueno.
¿Cómo construyeron los Navateos el Tesoro?
La respuesta lógica que todo hijo de vecino piensa es “De abajo hacia arriba”.
E R R O R .
El monumento se talló enteramente en un acantilado de arenisca de unos 80 m de alto. Si hubieran empezado por abajo, habría sido imposible saber exactamente donde empezar para que la pared fuese vertical, es decir, sin inclinación,
Además, tampoco podían construir andamios debido a la escasez de madera en el desierto.
Por eso, lo construyeron de arriba hacia abajo.
Pero, ¿¡CÓMO!?
O ERAN MUY CREATIVOS O ESTABAN MUY LOCOS.
O las dos cosas.
Cuando los Navateos decidieron construir la fachada del Tesoro, tuvieron que preparar la zona. Los restos de una ancha escalera en la ladera de la montaña nos da una buena pista.
Esa escalera conectaba con un puente que les permitía pasar por detrás de la montaña para llegar a la parte alta del acantilado.
Una vez en la cima, su trabajo no había hecho más que empezar.
Crearon un túnel horizontal en la ladera para acceder a la parte alta de la fachada. Una vez en el nivel superior, empezaron a cincelar la urna funeraria directamente de la roca.
Una vez completado el primer nivel, habrían tallado dos cámaras verticales a ambos lados del futuro monumento. Después se hizo otro túnel horizontal en la roca y se grabaron una serie de agujeros que hay en los lados de la roca (posiblemente eran escaleras para que los trabajadores pudieran acceder a los puntos más bajos).
Continuaron trabajando metro tras metro hasta que finalmente llegaron al suelo. A cada paso los trabajadores tenían que ser extremadamente precisos, ya que, cuando se completaba un nivel no había forma de volver arriba.
No cabía el más mínimo error. Los fallos quedarían grabados en la piedra para toda la eternidad.
Según los expertos, tardaron unos cinco años en completar el tesoro.
UN MISTERIO
Nadie sabe a ciencia cierta para qué construyeron el tesoro.
Los arqueólogos creen que era una tumba monumental, probablemente construida en el siglo I A.C. para un rey nabateo, posiblemente Aretas IV.
Pero es solo una suposición no sabemos realmente quién está enterrado y no hay inscripciones en ninguna de las tumbas que nos puedan dar una idea de quien representa, así que son solo suposiciones.
AD DEIR (el monasterio)
Este edificio también se talló en la roca. Su fachada está menos ornamentada que la del Tesoro, pero es aún más grande. Además, debido a su ubicación las vistas de las montañas son increíbles.
Tampoco está clara cual era su función , ya que, durante el periodo cristiano, se utilizó como monasterio, pero parece que en sus inicios fue una tumba. Aunque para quien se hizo la tumba es otro tema de especulación.
¿CÓMO LLEGAR?
Se alza a aproximadamente 2 kilómetros del Tesoro.
Para llegar hay que acercarse a QASR AL-BINT (“El Palacio de la Hija del Faraón», lo veremos más adelante) y tomar un camino estrecho con más de 800 escalones.
Indudablemente, el esfuerzo merece la pena. Primero porque hay menos gente, y segundo porque desde aquí se puede caminar hasta los “Miradores del fin del mundo», donde el paisaje se abre hacia el desierto de Wadi Araba.
Además, durante la subida encontraremos cafés beduinos donde descansar y disfrutar de un té.
EL TESORO vs EL MONASTERIO
Si nos fijamos con atención, vemos que los trabajadores supieron, una vez más, adaptarse a la topografía. Aquí los acantilados no son tan empinados como en el Tesoro. Tallaron escaleras en la roca para subir a la cima y empezaron a tallar la urna.
El resto de la construcción se hizo en dos fases.
Primero se eliminó el exceso de piedra para poder construir una fachada vertical.
Después, esculpieron poco a poco desde arriba hacia abajo un paso tras otro.
Para el ojo inexperto puede parecer que el trabajo sea basto debido a la falta de decoración. Pero detrás de la aparente simpleza hay un dominio de la técnica superior. Al contrario de lo se pueda llegar a pensar es más fácil hacer un capitel ornamentado porque los errores al tallar, se pueden “esconder”. Sin embargo, con las líneas limpias y rectas, el más mínimo fallo se hace visible. Estas columnas totalmente lisas indican un nivel excepcionalmente alto de habilidad. Lo que les hace aún más extraordinarias es que fueron talladas en la montaña de una sola pieza.
AL-QUBŪR AL-MALAKIYYA (las 4 tumbas reales)
Las Tumbas Reales tienen vistas al cañón y fachadas mejor decoradas que un hotel cinco estrellas. Pero para alojarse en ellas no es suficiente entrar con pulserita, hay que pertenecer a la realeza nabatea de hace más de 2000 años.
Vamos a ver que secretos esconden las cuatro Tumbas Reales:
QABR AL-JARRA (la tumba de la urna)
La tumba de la Urna es una de las mejores conservadas. Esto se debe a que su gran espacio interior fue reutilizado como iglesia durante la época bizantina. Que nadie se asuste si de repente varios turistas se ponen a cantar, probablemente su guía les habrá contado que la acústica natural de la roca amplifica los sonidos y lo están comprobando como si fueran el mismísimo Pavarotti.
UN EFECTO ÓPTICO.
A simple vista parece simétrica y perfectamente nivelada… ¡PERO NO LO ES! Los arquitectos nabateos tallaron la fachada ajustándose a las irregularidades de la roca, corrigiendo visualmente el desnivel del acantilado con columnas y cornisas falsas. ¡ERAN UNOS P**** GENIOS!
Si la miráis desde un ángulo lateral, notareis que está torcida para compensar la pendiente natural del terreno.
QABR AL-HARIR (la tumba de la seda)
A diferencia de otras tumbas reales, en la de la Seda, no hay un interior bien conservado. Algunos arqueólogos piensan que pudo ser un nicho funerario modesto, o que el interior se perdió con los siglos. Sin embargo…
PURO ARTE GEOLÓGICO
Esta tumba debe su nombre a las vetas de colores que forman la fachada: tonos rosados, naranjas, amarillos y lilas que parecen telas de seda ondeando en la fachada. No están pintadas, es la formación natural de la arenisca que los Navateos usaron como parte del decorado.
Me reafirmo: ¡ERAN UNOS P**** GENIOS!
QABR AL-KURNITHI (la tumba corintia)
A diferencia de otros monumentos parecen haber sido construidos para la eternidad, la Tumba de Corinto nos habla del paso del tiempo: la roca arenisca ha cedido ante el viento y la lluvia. Es como si la naturaleza hubiera esculpido su propia versión de Petra sobre los restos de los nabateos.
UN APECHUSQUE INESPERADO
Aquí no hay cámaras interiores bien definidas. La Tumba de Corinto tiene espacios que parecen inacabados o poco accesibles. Algunos arqueólogos especulan que pudo tener cámaras ocultas o inacabadas debido a un cambio repentino en su propósito.
O por la muerte inesperada del encargado...
QABR AL-QSAR (la tumba del palacio)
La fachada de la Tumba del Palacio imita a un edificio romano con tres niveles y columnas como si estuviera hecha con bloques separados. ¡PERO NO! Está todo tallado directamente en la montaña.
Tampoco está claro quién fue enterrado allí, ni si se usó realmente como tumba. Algunos creen que podría haber sido un lugar ceremonial o incluso un mausoleo colectivo.
EL EDIFICIO ES MÁS ALTO QUE LA MONTAÑA SOBRE LA QUE SE CONSTRUYÓ.
Es una de las tumbas más grandes de Petra, tanto que la roca de este acantilado no era lo bastante alta.
¿La solución? Construyeron el nivel superior con bloques de piedra, algo muy raro en Petra, donde casi todo está tallado, no edificado.
AL-MA‘BAD AL-KABĪR (el gran templo)
Pero la ciudad lujosa y de color rosado era más que edificios tallados en la roca, algunos se construyeron según métodos tradicionales. Uno de los monumentos más impresionantes construidos con esta técnica es, sin duda, el Gran Templo.
Este enorme de edificio ocupa 7500 m², y a pesar de su nombre, probablemente no se utilizase como templo, sino como edificio administrativo (Sala de Justicia o una zona de Asambleas), aunque nadie lo sabe con exactitud.
Los Navateos no dejaron nada escrito que pudiera iluminarnos. Entonces, ¿cómo eran capaces de levantar los grandes bloques de piedra sin andamios?
Los expertos creen que tenían una especie de grúas antiguas. Necesitaban una viga de madera grande, la colocaban en un agujero en el suelo para mantenerla estable. Al otro lado una especie de polea se conectaba a dos cuerdas enganchadas al suelo y en una tercera cuerda ataban el bloque de piedra que querían mover. Con un movimiento de péndulo, la roca podía levantarse y colocarse en cualquier parte de la obra.
NO HABÍA TANTA ROCA
Nadie sabe con exactitud cuantos edificios había en Petra. Pero hay una cosa clara: la cantidad de piedras extraídas de la montaña, no era suficiente para construir todas las estructuras en cuestión. Los constructores habrían tenido que acceder a las zonas exteriores de Petra. De momento se han encontrado 14 canteras de piedra alrededor de la ciudad.
Un pico, un mazo y una cuña de acero eran las herramientas que utilizaban. Nada más.
Una vez que extraían los bloques de arenisca tenían que transportarlos al centro de la ciudad. ¿Cómo lo hicieron? Nadie lo sabe con seguridad.
A 1 km al sureste del centro de la ciudad, en la cumbre de Al-Madhbah, está una de las canteras más grandes.
QASR AL-BINT (el palacio de la hija del faraón)
Pese a su nombre romántico, no hay evidencia de que fuera un palacio, ni mucho menos que perteneciera a la hija de ningún Faraón.
Puede que su apodo “faraónico” se lo deba a algunos de sus capiteles de influencia egipcia.
Esta construcción combina la base tallada en la roca y los niveles superiores construidos con bloques de piedra.
Es una estructura monumental, posiblemente religiosa o ceremonial, aunque debido a la escasa documentación y su estado deja abierta la puerta a múltiples teorías: pudo ser una tumba real, un templo de culto, o incluso residencia ceremonial de élite.
OTRO PROBLEMA AÑADIDO.
Los Navateos tuvieron que enfrentarse a otro obstáculo cuando decidieron construir su capital aquí.
Petra marca el lugar donde dos placas tectónicas entran en contacto: la placa Arábiga y la placa del Sinaí.
En el pasado el riesgo sísmico era extremadamente alto. El centro de Petra sufrió numerosos terremotos. Fueron el motivo por el que muchas de las estructuras no construidas en los acantilados se derrumbaron.
AL-MASRAH (el teatro)
El diseño del teatro refleja una cierta influencia romana, pero no nos equivoquemos: los Navateos construyeron este edificio antes de la anexión romana (año 106 D.C.).
Y a mi me surge la siguiente duda:
¿Y si fueron los romanos los que clevantaron teatros adoptando modelos arquitectónicos de los Nabateos? Ahí lo dejo…
Para su construcción, demolieron tumbas y estructuras anteriores en esa ladera (se pueden ver restos). Y aunque las más de 40 filas de gradas fueron talladas en la roca, los niveles superiores y el escenario fueron construidos con bloques de piedra. Esta combinación en la construcción permitía ampliar el aforo y mejorar la acústica.
EN EL SIGLO I NO HABÍA MICRÓFONOS
El teatro está estratégicamente ubicado en una depresión natural que mejora la acústica. La forma semicircular y el entorno rocoso permiten que una voz en el escenario sea escuchada claramente en las filas superiores, sin necesidad de amplificación. De nuevo, como ya habéis hecho en la Tumba de la Urna, preparad vuestras gargantas de tenor y nos comentáis.
EL ÚLTIMO GRAN ENIGMA
Y por si fuera poco, los Navateos tuvieron que enfrentarse a otro problema: La escasez de agua.
Aquí solo llueve unos 15 cm al año y cuando por fin llega la lluvia (entre diciembre y marzo) cae abundantemente y puede provocar inundaciones catastróficas.
El nuevo reto de los nabateos era, por un lado, almacenar la lluvia, y por otro lado, proteger la ciudad de las inundaciones.
Y vaya si lo consiguieron.
PISTAS QUE NOS REVELAN QUE PODÍAN CONTROLAR EL AGUA.
Si nos fijamos a lo largo del Siq, el desfiladero de entrada a la ciudad, se pueden ver los restos de un canal que llevaba el agua hasta la entrada del Tesoro.
También pueden verse en la ladera del acantilado restos de tuberías de barro cuidadosamente pensadas para transportar el agua. Este sofisticado sistema permitía que el agua fluyese hacia el centro de la ciudad sin obstáculos, incluso podía subir leves pendientes gracias a la presión natural.
Pero eso no era todo. También construyeron un sistema para recoger todo el agua de la lluvia que les permitía tener agua potable. Recogían el agua en cuencas en lo alto de los acantilados y dejaban el agua asentarse. De esta forma las impurezas el agua se quedaban en el fondo. Una vez filtrada el agua, mediante una válvula, el agua pasaba a otra cuenca más pequeña y se volvía a repetir el proceso. El agua pasaba así por múltiples cisternas y se libraba progresivamente de impurezas.
El embalse final contenía agua potable que pasaba al sistema de abastecimiento de la ciudad.
Las numerosas excavaciones arqueológicas han revelado que Petra tenía un sistema hidráulico tremendamente complejo.
La ciudad estaba rodeada de presas para contener y purificar el agua, además contaba con largos canales de desvío para evitar inundaciones y almacenar la valiosa agua de lluvia.
El agua circulaba a lo largo de los acantilados y pasaba a través de las calles por acueductos, serpenteaba por los muros y llenaba las numerosas cisternas y embalses de la ciudad. Si conectamos todas las tuberías, podríamos alcanzar unos 170 km de tuberías en línea recta.
JABAL KHUBTHAH (el balneario)
Los arqueólogos debieron quedarse patidifusos cuando descubrieron que los nabateos, no sólo tenían un dominio perfecto del agua, sino que además convirtieron Petra en un oasis en mitad del desierto: en el centro de la ciudad junto al Gran Templo construyeron un gran complejo de estanques y jardines. Y un poco más lejos, (y más alto) en la cima de Jabal Khubthah tenían un balneario termal.
R-E-P-I-T-O:
UN PUTO BALNEARIO!!!!
Con su ingenioso sistema de calentamiento de agua, por supuesto, que para eso eran navateos.
Y CAYÓ EN EL OLVIDO…
Petra fue una vez la joya del comercio de incienso y especias, los nabateos manejaban las rutas comerciales como auténticos CEOs del desierto.
Pero, como pasa siempre, llegaron los romanos y la cosa se volvió menos glamurosa.
Los terremotos hicieron su parte entre los siglos IV y VI y el comercio se fue a pique.
Resultado: Petra pasó a ser un pueblo fantasma.
Durante siglos, solo las tribus beduinas sabían de su existencia, medio enterrada, medio olvidada.
A principios del siglo XIX, un explorador suizo llamado Johann Ludwig, la descubrió.
Desde este rincón del caluroso desierto jordano, un agradecimiento eterno para el Indiana Jones suizo. Si no fuera por su curiosidad, Petra seguiría siendo un secreto beduino y nosotros estaríamos escribiendo sobre piedras mucho menos interesantes.
¿Ganas de más?
Los precios de las entradas, horarios, mapas con diferentes recorridos…
Toda la información en la página oficial de Petra.
¿Todavía estáis pensando si merece la pena visitar Petra a la luz de las velas?
Para salir de dudas, es AQUÍ.