RUMBO A LA SIERRA DE ALBARRACÍN:
UNA FURGO.
DOS PERROS SENSATOS.
DOS HUMANOS LUNÁTICOS.
CERO EXPECTATIVAS.
¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?

ALBARRACÍN
«VISITAR UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS SIN SER UN TURISTA MÁS ES POSIBLE.»


Los diferenciareis sin problema. Llegan en masa y sobre la misma hora (un poco antes del mediodía). En general, irán siguiendo a alguien detrás de un llamativo paraguas (aunque no llueva). Se agolpan en el mismo punto, palo selfie en mano para hacerse «LA FOTO». No tendréis que buscarlos demasiado ya que su presencia se hará notar (hablan, bueno, se desgañitan, como si el silencio fuera un delito). Y les encanta comprar imanes para la nevera. Son los turistas de manual y en Albarracín, de eso, saben un rato.
¿Y si os contamos un secreto?
Aunque a veces este pueblo parezca un decorado de postal con hordas de turistas, todavía guarda secretos esperando a las personas que quieran escucharlos. Para descubrirlos, sólo tenéis que seguir leyendo y guardarnos el secreto…. Shhhhhh.
TIPS PARA DESCUBRIR ALBARRACÍN COMO SI FUERAIS DE ALLÍ.
- Evitar la avalancha turística. Es mejor visitarlo al amanecer o al atardecer.
- Perderse por sus calles. Es una orden. Olvidarse de Google Maps y callejear sin rumbo. Perderse por sus laberínticas calles medievales hasta que penséis: “Yo ya había pasado por está casa torcida de color salmón…”
- Hablar bajito y escuchar más. Podéis practicar sentándoos en un banco a observar. Sin prisa. Con suerte algún vecino también se sentará y os hablará de historias y lugares que no parecen en las guías.
- Abrir los ojos, o mejor dicho, la mirada. Hay panaderías escondidas que hacen almojábanas a mano, restaurantes en el primer piso de una casa inclinada en una calle recoleta (es el caso de Casa Alizia), bares con solera o artesanos recuperando antiguos oficios y que nos están esperando.
- Retratar a vuestra manera. Subir escaleras, bajar cuestas empinadas, recorrer la muralla, pasear por el camino de ronda… La magia no ocurre en el selfie nº 3.425 en la plaza.
- Buscar el tesoro (encontrarlo y compartirlo). Una de las leyendas más populares de Albarracín es la del tesoro escondido por los Banu Razin. Se dice que durante la reconquista cristiana, la familia bereber escondió un tesoro en algún lugar del pueblo. Hasta hoy, nadie lo ha encontrado.
- Explorar fuera del pueblo. Albarracín está enclavado en un impresionante paisaje natural, abrazado por el río Guadalaviar y sus pasarelas, rodeado de barrancos escarpados y bosques que parecen sacados de otro mundo.
- Descubrir la Sierra de Albarracín. Barrancos, cascadas y pinares os están esperando. Seguid leyendo que esto solo acaba de empezar.
SALINAS DE ROYUELA
“EL SHOW ROSADO DE LA NATURALEZA»

Las salinas de Royuela son mucho más que un charco de sal. Son una reliquia ancestral donde la naturaleza juega a ser artista. Aquí la sal no era solo una moneda de cambio, sino la llave para entender como vivían los de antes.
Este lugar era una fuente vital para las comunidades locales, un tesoro tan valioso como el oro. Aquí la sal se extraía a mano, en procesos tradicionales que se han ido perdiendo. Ahora el tiempo parece haberse ralentizado y los días claros estos charcos salinos brillan como espejos atrayendo a aves migratorias únicas. Y no sólo eso…
ME PONGO MÍSTICA.
Dicen que estas salinas son un portal a otros mundos.
Cuando el sol baja y el agua rosada refleja el cielo, la frontera entre la realidad y lo mágico se vuelve difusa. Si venís en ese instante, podréis apreciar que ese espejo líquido os invita a saltar a una dimensión paralela llena de colores imposibles.
Cuando la naturaleza se pone creativa, crea ilusiones que sólo las viajeras con la mente bien abierta pueden descubrir. Y si estáis leyendo esto, entiendo que sois del club “open your mind traveling”...
CASCADA DE CALOMARDE
«UNA CASCADA, TRES NOMBRES: CALOMARDE, BATIDA O MOLINO VIEJO»


La cascada de Calomarde es una llamada a la aventura que no podéis ignorar.
Preparaos para sacar a la Dora Exploradora que lleváis dentro: un paseo sencillo, poco transitado y como colofón una cascada que cae con ganas y si os bañáis, no necesitareis café en una semana.
BARRANCO DE LA HOZ
“PASEN Y VEAN: EL BARRANCO MÁS TXULI PIRULI DE LA SIERRA”.

Entre Calomarde y Frías de Albarracín se esconde un paisaje de vértigo.
Caminar por el Barranco de la Hoz es caminar por una grieta gigante que la naturaleza (y las pasarelas colgantes) ha puesto ahí para nosotros y enseñarnos lo que tiene dentro: paredes rojizas, pasillos estrechos y el río Blanco abriéndose paso por donde puede. Este río es uno de los afluentes del Guadalaviar, que más tarde desemboca en el Turia (si, el que pasa por Valencia).
Pero ¡ojo! que aquí no solo hay naturaleza a lo grande, también hay historias a raudales.
Este paso fue usado por pastores, caballeros medievales y algún que otro bandolero. Sin apps, ni GPS. A lomos de mulas y con el método “tirarpalante”.
Vosotros tenéis bastones de monte y zapatillas técnicas, así que por favor, cruzarlo con dignidad.
PINARES DE RODENO
“BOSQUE DE PINOS SOBRE PIEDRAS ROJAS»



Vamos descubrir el decorado más marciano de la Sierra de Albarracín.
En cuanto pongáis un pie en los Pinares de Rodeno, pensareis que esto es otro planeta.
Mientras los pinos se retuercen sobre arenisca roja, las formas misteriosas de las rocas os jugaran malas pasadas, algunas parecen dragones dormidos o caras que os miran (que nadie se asuste, nos ha pasado a todos…). Sacareis fotos y pondréis cara de amantes de la geología (tranquis, esto también es bastante usual).
Y por si esto no fuera suficiente, encontraréis que abrigos rocosos protegen pinturas hechas por humanos prehistóricos: toros, ciervos, figuras humanas… un museo al aire libre sin tornos ni audioguías.
BOSQUES DE PINOS SOBRE PIEDRAS ROJAS.
"Rodeno" se refiere a un tipo de roca muy característica de la zona:arenisca roja, rica en óxidos de hierro, que le dan ese color tan alucinante y marciano.
El término se usa para describir tanto el tipo de piedra como el paisaje donde abunda. Así que cuando hablamos de Pinares de Rodeno, en realidad estamos diciendo "bosques de pinos sobre piedras rojas".
ACUEDUCTO ROMANO
«ACUEDUCTO GEA-CELLA: INGENIERÍA ROMANA EN PLENA SIERRA DE ALBARRACÍN»



DATOS QUE NOS EXPLOTAN LA CABEZA
- Finalidad: Abastecer de agua a la ciudad romana de Cella, con un caudal de aproximadamente 300 litros por segundo.
- Longitud: 25 km, a través de los municipios de Albarracín, Gea de Albarracín y Cella.
- Profundidad: En algunos puntos, las galerías alcanzan los 60 metros de profundidad.
- Tramos visitables: Se han adaptado 7 tramos con información sobre la construcción.
- Época de construcción: Siglo I D.C.
Preparaos para alucinar con esta obra maestra que llevaba agua a través de las montañas y demuestra que los romanos no se andaban con tonterías.
Para nosotros el tramo más espectacular es el del BARRANCO DE LOS BURROS. Y no solo por el nombre, sino porque aquí el acueducto se cuela por dentro de los paredones del barranco, aparece y desaparece como si jugara al escondite y se asoma por ventanas estratégicas que servían para ventilar el túnel y para que los trabajadores entrasen a hacer el mantenimiento. Al llegar a la cabecera del barranco, sale a cielo abierto, se marca una curva elegante y ¡PUM! se vuelva a esconder por el otro lado de la ladera.
Todo esto, sin desperdiciar una gota de agua.
Una vez más, la pericia de los romanos nos deja con la boca abierta. Optaron por el incremento de la distancia, adaptándose al terreno, frente a la construcción de puentes que hubieran planteado serios problemas de conservación. ¡BRUTAL!