Como si se tratase del gran corazón de Camboya, el Tonle Sap se hincha y deshincha al ritmo de los monzones

Y tras la frenética visita a los templos de Angkor, cambiamos de escenario. Vamos a visitar uno de los pueblos flotantes del Tonle Sap, el lago más grande.
Si así es, el Tonle Sap es el lago de agua dulce más grande del Sudeste Asiático y fue declarado Reserva de la Biosfera en 1997.
Durante la estación seca, es decir, de febrero a junio, aparecen de entre sus aguas senderos de tierra por los que corretean niños, motocicletas, gallinas… y las casas flotantes dejan a la vista sus largos pilares de madera.
Pero de julio a noviembre, en la época de lluvias, llega a multiplicar x10 su profundidad (x10!!!!!) y cuadriplica su superficie (la cuadriplica!!!!!).
Este fenómeno se debe a que lo ríos del Mekong y Sap cambian el sentido de la corriente devolviendo el agua que el mar rechaza, al lago.
Atención porque sólo en el Nilo se ve algo parecido.



Este lago es uno de los principales puntos para la actividad pesquera y de abastecimiento de agua. Se calcula que puede haber alrededor de 200 aldeas que lo rodean, sus habitantes son de las personas más pobres y marginadas de todo el país. En su mayoría son vietnamitas que se instalaron aquí huyendo del régimen de los jemeres rojos. Sin documentos de identidad ni permiso de trabajo, viven en casas suspendidas o en barcos, en un absoluto limbo legal.
A pesar de ello, la vida en los asentamientos flotantes transcurre con total normalidad: lavan sus platos, se bañan, pescan, tejen…
Mientras tanto, todo flota sobre el lago: la escuela, el médico, el templo, la frutería…
INSALUBRIDAD.. AUSTERIDAD. Y aún así, la risa de los niños chapoteando en el agua inunda el lugar.
