khiva


UN AUTÉNTICO OASIS.

ESO ERA ESTA CIUDAD PARA LOS COMERCIANTES DE LA RUTA DE LA SEDA

DESPUÉS DE VIAJAR DURANTE SEMANAS POR EL DESIERTO.


Si ya habéis echado un vistazo a todo lo que necesitáis saber antes de viajar a Uzbekistán, estáis preparados para visitar Khiva.

1. ICHAN QAL´A (la villa amurallada)

Hablar de Khiva (pronúnciese “Jiva”) es hablar de Ichan Qal´a, su villa amurallada.

Para la UNESCO la ciudad está clasificada como Patrimonio de la Humanidad desde 1990, básicamente por ser uno de los mejores ejemplos de arquitectura árabe que se conservan en Asia Central.

Las enormes murallas construidas con arcilla protegen esta ciudadela. A través de sus muros todavía se respira la prosperidad de la que gozó antaño. Nos remontamos a la época en la que Khiva era una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda. De hecho, era la última parada del camino comercial antes de atravesar el desierto que les llevaría a Persia (Irán).

Las joyas arquitectónicas de Khiva se encuentran intramuros y son mayoritariamente construcciones del XVIII y XIX. Eso hace que a veces, nos de la sensación de estar visitando un museo al aire libre.

¡QUÉ RICA! 
Khiva fue fundada en el SV AC y eso la convierte en una de las ciudades más antiguas de Asia Central.
Según la leyenda, esta ciudad, (no nos olvidemos que está ubicada en medio de dos grandes desiertos: el de Kyzyl-kum y karakum) se fundó alrededor de un pozo. Hay quién dice que fue el propio hijo de Noé, Sem, quién descubrió el manantial en medio del desierto. Y que, al probar aquella deliciosa agua, exclamó KHEIVAK! (¡Qué rica!). Así, alrededor que aquel pozo nació la ciudad que estamos a punto de visitar: ¡QUÉ RICA!

Sabemos que no podéis esperar más a entrar en este corazón amurallado, pero para ello, hay que cruzar una de sus cuatro puertas de entrada. ¡ADELANTE, DESEMPOLVAD LA ALFOMBRA MÁGICA!


2. DARVOZA (las puertas)

Tosh Darvoza

¿Y por donde entramos?

Ichan-Qal´a tiene cuatro puertas de entrada:

  • OTA DARVOZA (entrada oeste): Es la entrada principal a Ichan Qal´a. En la plaza exterior se pueden comprar los billetes para visitar la ciudad intramuros. Así que, la mayoría entraremos por aquí.
  • TOSH DARVOZA (entrada sur): Esta entrada no está decorada como la primera, pero, quizá, ese sea su punto fuerte, ya que impresiona por su sencillez y monumentalidad. Cruzarla y nos comentáis.
  • POLVON DARVOZA (entrada este): Junto a esta puerta se encuentran varios edificios históricos de la ciudad como por ejemplo los baños de Anusha-khan (los cimientos datan de 1664), varias madrasah, Tim (el mercado cubierto), el Palacio Tash-Khovli o el caravasar de Allakuli Khan. Las puertas de madera que vemos se construyeron entre los años 1804-1806 y tienen forma de arco. A la entrada se puede leer la inscripción SHAJRI JIVA (la ciudad de Jiva). En la plaza exterior se ubicaba el mercado de esclavos, se anunciaban los decretos del Khan y se ejecutaba a los delincuentes. Por eso, esta puerta también es conocida como “Puerta de Esclavos” o “Puerta de Ejecuciones”.
  • BOCHA DARVOZA (entrada norte): No es la más impresionante, pero merece la pena acercarse porque desde aquí salen unas escaleras que suben a lo alto de la muralla.

3. MUHAMMAD AMIN KHAN (la madrasah)

Para estas alturas, ya os habréis dado cuenta que que Ichan-Qal´a es más bien una ciudad pequeña. Concretamente, 600 metros separan la puerta sur de la norte y 400 metros la oeste, de la este.

Aún así, llegó a albergar unas 65 madrasas en su interior. y en cada una de ellas se podía estudiar una ciencia diferente. Hoy, ninguna de ellas está en uso, aún así, tendremos la oportunidad de visitar algunas de ellas reconvertidas en museos de la más diversa índole. Sin embargo, nos gustaría hablaros de la Madrasah Amin Khan.

*¿Todavía no sabéis lo que es una madrasah? Eso es porque no habéis leído esto.

Esta antigua escuela fue la más grande de la ciudad. Su construcción finalizó en 1854 y debe su nombre al gobernante de aquel momento. La fachada, de dos pisos, está decorada con ladrillo vidriado, y en la inscripción e la entrada se puede leer en árabe: “Este maravilloso edificio permanecerá aquí para alegría de los descendientes”.

Podéis admirar el balcón de la fachada porque ni en las madrasas de Bukhara, ni en las de Samarcanda, los veréis.

Esta escuela se coronó como una de las más prestigiosas de poesía y en sus 125 hujras (celdas) acogía a 260 estudiantes, convirtiéndola en la más grande, no sólo de Khiva, sino de todo Asia Central.

Hoy en día es un hotel, el Orient Star.

¿POR QUÉ FALTA UN TROZO DE MURALLA?
Podríamos contaros una apasionante historia sobre la mitología uzbeka que habla de gigantes y luchas de poder para explicaros por qué a la muralla le falta un trozo a la altura de la entrada oeste de la ciudad, pero, la realidad es bien distinta.
Lo cierto es que los autobuses que traían a los primeros turistas a esta ciudad aparcaban en la plaza de la entrada oeste (Ota Darvoza) y el único hotel que existía por aquel entonces era el Orient Star (es decir, el hotel que ocupa la Madrasah Amin Khan). Bien, pues para que los señores turistos no tuvieran ninguna duda sobre donde debían dirigirse con sus equipajes, el guía se bajaba del autobús y sólo debía señalar al hotel para nadie se perdiera. El único inconveniente para poder ver desde la plaza el edificio, era la muralla. Por eso, decidieron quitarla en ese tramo.
Podemos asegurar, por lo tanto, que ni gigantes, ni grandes imperios, los que se han cargado la muralla de Khiva, han sido unos alemanes octogenarios….

4. KALTA MINOR (el corto)

Y cuando el gobernador Amin Khan terminó la madrasah más grande, quiso que la acompañara el minarete más alto que jamás se había construido en el mundo islámico, pero el tiro le salió por la culata… El gobernante fue asesinado y la construcción del minarete se paralizó. La majestuosa y grandiosa obra nunca se completó y en lugar de alcanzar los cerca de 80 metros de altura previstos, quedó tan sólo en 26, por eso, todo el mundo le llama “el minarete corto”.


5. KUNYA ARK (la ciudadela)

Es una fortaleza dentro de otra fortaleza y se utilizó como residencia de los khanes de Corasmia. Su nombre significa “ciudadela antigua”. Vamos a cruzar su puerta para comprender mejor esta misteriosa tierra oriental.

La construcción se inició en 1686 y duró hasta la segunda mitad del siglo XIX. Toda ciudad importante que se preciara contaba con una ciudadela para sus gobernantes. Debía contar con todo lo necesario para que el khan y su familia tuvieran una vida cómoda. De la antigua residencia sólo han llegado a nuestros días unos pocos edificios: la puerta oriental con la adyacente habitación de la guardia, la sala de recepciones, la mezquita de invierno, la de verano, el harén y el bastión de Ak-Sheikh Bobo.

La mezquita de verano es admirable. Su ayvan (véase el porche de la foto) formado por dos filas de columnas de madera y el espacio decorado con azulejos de mayólica en tonos azules y motivos florales han hecho que, casi casi, a mi me entren ganas de rezar.

En la plaza frente a la entrada de Kunya-Ark se realizaban ejecuciones públicas y también hacían entrenamientos militares. El khan sacaba a los mismos soldados en dos turnos diferentes y les cambiaba el uniforme para que la gente pensara que el ejército era mucho mayor de lo que realmente era. Cercana, se encuentra también la antigua cárcel, donde unas imágenes nos muestran las penas que se imponían a los delincuentes (y también las mujeres adulteras).

UN MOMENTO MÁGICO
El mejor momento para visitar la ciudadela es la última hora de la tarde. Eso va a permitir que subamos al bastión Ak-Sheikh Bobo a ver la puesta de sol. Suponemos que el nombre del bastión de arcilla debe su nombre al fenómeno que ocurre cuando el sol desciende del cielo uzbeko, porque si, señoras y señores, “bobo” es cómo te quedas cuando ves este fenómeno celestial que muestra todos los tonos que van del rojo al violeta invadiendo la antigua Khiva. Llevad pañuelos de papel porque os prometemos que se os van a saltar las lágrimas.

6. JUMA (la mezquita)

No es la única mezquita de Khiva, ni mucho menos, pero si nuestra favorita. Y no porque su nombre signifique mezquita del viernes, sino porque su disposición es extraordinaria.

Sin portales, ni cúpulas; sin galerías, ni patios, 213 columnas de madera sostienen este lugar de culto. Cada una de ellas está delicadamente tallada y representa una obra de arte en si misma. No hay dos iguales.

LOS PILARES MÁS ANTIGUOS. 
Según los datos históricos, fue construida a principios del siglo X, y aunque ha sido restaurada varias veces, 15 de estos pilares son originales. 8 de ellos se conservan en el Museo de Historia del Pueblo Uzbeko en Tashkent. Se cree que estas columnas son los monumentos de talla de madera más antiguos de Uzbekistán.
Os proponemos un reto: intentad descubrir alguna de las columnas originales.

7. PAKHLAVAN MAKHMUD (el mausoleo)

Estamos en un lugar sagrado. Este mausoleo se construyó alrededor de la tumba de Pakhlavan Makhmud, un famoso poeta y guerrero. Merece la pena sentarse en su interior para contemplar la devoción de los visitantes.

LA LEYENDA DE MAKHMUD. 
Makhmud nació en 1247. Entre sus profesiones conocidas se encuentran la de peletero, filósofo, poeta, e incluso, luchador. Dicen que desde pequeño destacaba en la lucha y ese hecho le llevó a competir en Irán, Pakistán o India.
Una vez, el rey indio Ray Ropoi Chuna invitó a luchar Pakhlavan con un héroe indio para festejar una boda. Invitó a reyes, malabaristas, músicos… venidos de todas partes del mundo.
El día antes del combate, Pahlavan se encuentra con la madre de su rival que le rogó que no venciese a su hijo porque de lo contrario, el rey le mataría.
Durante la gran competición, dejó que el luchador indio le venciera. El Rey se quedó tranquilo pensando que tenía entre sus filas al luchador más fuerte.
Antes de volver a su tierra, el rey invita a Pakhlavan a una cacería. Durante la batida, Makhmud salva al monarca de caer por un precipicio mostrando una fuerza inconmensurable. Chuna,que no entiende nada, le pregunta por qué dejó que el joven indio le venciese. Pakhlavan le cuenta sus razones y el monarca, muerto de vergüenza, le dice que puede pedirle lo que quiera.
Aprovechando la oportunidad, Mahmud pidió al rey que liberase a los prisioneros. Cuando el gobernante preguntó a cuantos debería liberar, Pakhlavan dijo que a todos los que cupiesen dentro de la piel de una vaca. Cortó la piel en tiras, las ató formando un cinturón grande y envolvió a todos los prisioneros con el cinturón, rescatando a muchas personas de la esclavitud.

8. TASH-KHOVLI (el palacio)

El objetivo de su construcción era ser una alternativa a la Ciudadela Kunya Arq, pero aún más lujosa. Así pues, ¡objetivo cumplido!

Puede que estemos ante uno de los palacios más bellos de Oriente: el palacio de piedra (que es lo que viene a decir Tash-Khovli). Probablemente desde su interior seamos incapaces de asimilar el verdadero tamaño de este edificio, pero sólo diremos que cuenta con, nada más y nada menos que, 150 estancias.

El khan Allakuli mandó construirlo para dar ejemplo de la maestría y el poder del estilo de Corasmia, y ejecutó al arquitecto que le dijo que iba a tardar más de tres años en levantarlo (aunque fue verdad). Se construyó entre los años 1830 y 1838 y todas las zonas del palacio están conectadas entre si por laberínticos pasillos sin luz. Madera, piedra, mármol y cerámica unidos para transportarnos a la época más lujosa del khanato.

A diferencia de Kunya Arq, en este edificio si podremos visitar el harén, aunque el acceso lo haremos desde el exterior. La primera estancia, más espaciosa y exquisitamente decorada, pertenece al khan, las otras cuatro, a sus respectivas esposas.


9. ISLAM-KHODJA (el minarete)

56 metros convierten a Islam-Khodja en el minarete más alto de Khiva y de todo Uzbekistán.

El arquitecto decidió construirlo junto a la madraza más pequeña para que, cuando un efecto óptico, el minarete todavía pareciese más alto.

Sea como fuere, 120 son los escalones que tenemos que subir para ver la ciudad desde su punto más elevado. No os vamos a engañar, las vistas merecen la pena y subir hasta arriba es una auténtica tortura.

¿Pero es que a nadie le dio la cabeza para que un pie de la talla 39 entre en el puñetero peldaño? ¿Y por qué en el ticket, en lugar de poner “subida al minarete” no pone “trepada al minarete”? Así no habría sorpresas.

Estoy yo como para subir cinco veces al día a llamar a los fieles a la oración… Pero que nadie se me asuste, trepen y disfruten de las vislas.


10. ALLAKULI KHAN TIM (el mercado)

El Tim (mercado cubierto) surgió como una necesidad tras la construcción del caravansar en 1833 para dar reposo y alimento a los comerciantes de la Ruta de la Seda, así como para sus animales y custodiar sus mercancías.
Su fachada tiene la forma de una puerta de la ciudad porque el edificio combinaba las funciones de acceso, mercado y “check-in” del caravansar.

Visitar el bullicioso bazar es una garantía de que el espíritu de la Ruta de la Seda sigue tan activo como siempre. Puede que el domingo por la mañana sea el mejor momento para los habitantes de Khiva: compran, venden y saludan a amigos y conocidos. Carros tirados por burros repletos de verduras pasan junto a ancianos enfundados en abrigos de piel de oveja y sombreros de astracán. Mujeres vestidas de colores brillantes (porque hay que ver lo que les gusta el brilli-brilli) venden granadas y clasifican cuidadosamente las piezas de cerámica. Al mismo tiempo, las ancianas, apenas visibles bajo los pañuelos de lana, regatean sobre las telas de suzani.

Pero el bazar no es simplemente un lugar para la observación y la fotografía: ¡aquí hay de todo! Es el mejor lugar para comprar shashlik (kebab) y somsas (pasteles de carne). También encontramos «beshiks» (cunas) de colores relucientes y los deslumbrantes baúles que se regalan a las novias el día de su boda, multitud de puestos de pan (esas tortas divinas que acaban de salir del tandyr), de bufandas de seda tejidas a mano, khalats (chaquetas) tradicionales, dulces locales y frutos secos…

¿Y qué nos decís de las alfombras? Los kilims tejidos a mano son los mayores protagonistas, aunque nosotros seguimos buscando la de Aladdín, la mágica que sobrevuela por escenarios que nada tienen que envidiar al que nos aguarda fuera de estas puertas.

UN SECRETO
Y a estas alturas ya os habréis dado cuenta que ninguno de los monumentos descritos son capaces de quitarle el brillo en su conjunto a la antigua Khiva. El premio que nos da esta ciudad es fantasear con los relatos de las Mil y Una Noches, indagar por sus rincones, maravillarse con su luz al amanecer y al final del día, perderse entre sus laberínticas callejuelas de adobe y azulejos vidriados o simplemente sentarse junto a ese gato al sol y admirar sin más… sólo eso.

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