ESTE FIN DE AÑO NADA DE TURRONES, ZAMBOMBAS NI VILLANCICOS. QUE NOS PERDONE RAPHAEL…
LO CAMBIAMOS POR EL PLOV, MEZQUITAS CON RELIEVES AZULES, Y LA CAUTIVADORA RUTA DE LA SEDA.

Como ya habéis echado un vistazo a todo lo que tenéis que saber antes de viajar a Uzbekistán, nos sumergimos directamente en la belleza de este país. Abróchense los cinturones, EMPEZAMOS:
NUESTRA RUTA
KHIVA (las mil y una noches)

Al suroeste del país, cercanas a la frontera con Turkmenistán, se alzan las murallas de adobe que protegen los secretos y leyendas de esta ciudad.
Entre estos muros de arcilla y barro, se despliega un auténtico decorado de los cuentos que nos contaban hace muchos (muchos) años sobre el lejano oriente.
Simplemente pasear entre las laberínticas calles de Ichan Qal´a (la ciudad intramuros) es ya de por sí toda una experiencia. Desempolvad la alfombra mágica porque nos vamos volando a descubrir esta joya de cerámica vidriada resguardada por el grosor de las murallas en mitad de los inhóspitos desiertos de Kara-Kum y Kizil-Kum.
FORTALEZAS DE KHOREZM (la antigua civilización)

En el desierto de Kyzyl Kum el tiempo parece haberse detenido.
Abandonadas y olvidadas, durante milenios las dunas de arena han ocultado estas misteriosas fortalezas de la antigua civilización de Corasmia.
Puede que nunca hayáis oído hablar sobre esta civilización, pero lo cierto es que la cultura Khorezm, surgió a mediados del segundo milenio A.C. y llegó a ser tan importante como la cultura egipcia o la de Babilonia.
Entre los legados que nos dejó esta antigua civilización resaltamos las cerca de 1000 fortalezas (conocidas como Qalas) que salpican estas tierras áridas.
¿Tenéis preparado el sombrero de las expediciones arqueológicas? OK, pues nos vamos de excursión.
BUKHARA (la perla del este)

Hay veces que desde lo alto de la ciudadela de Bukhara, el viento parece susurrar. Si nos detenemos a escucharlo parece que quiera contarnos las historias de quienes venían a encontrarse en esta ciudad. A veces, en forma de relatos abrumadores sobre el fatigoso viaje por los terrenos más inhóspitos. Otras en cambio, en forma de animadas anécdotas surgidas en los caravansares mientras los comerciantes y camellos reponían fuerzas protegidos en el interior de las imponentes murallas de barro.
Sabemos que estos susurros que el viento trae no son el motivo por los que Bukhara esté incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Pero debería, porque todas las historias de aquellos grandes aventureros son las que han dado vida a esta ciudad, por encima de sus minaretes, mezquitas y madrasas. ¿Queréis escucharlas?
CHOR BAKR (la ciudad de los muertos)

A tan sólo 5 kilómetros de Bukhara nos espera Chor-Bakr
¿Nos acompañáis a pasear entre las khaziras de la Ciudad de los Muertos? Shhhhh…..
SITORAI MOKHI KHOSA (el palacio de verano)

¿Queréis deleitaros con los lujos y excentricidades que el último emir de Bukhara tenía reservados en su residencia estival?
ES AQUÍ.
SAMARQAND (los destellos azules)

Cuando busquéis información sobre Uzbekistán en Google, la primera imagen que os aparecerá al pulsar intro es la de tres monumentos con destellos turquesas, decorados con relieves dorados y mosaicos. Son las tres deslumbrantes madrasas de la plaza Registán.
Esta joya arquitectónica existe y se encuentra en Samarcanda.
UNA DE LAS PARADAS INDISPENSABLES
La Ruta de la Seda tenía en Samarcanda una de las principales paradas. Equidistante entre China y el Mediterráneo, la ciudad era un refugio para las caravanas antes de encarar los inmensos desiertos o las inexpugnables montañas. En sus calles se mezclaban diferentes lenguas y el comercio le concedió prosperidad y forjo su carácter cosmopolita.
Si queréis transportaros a aquella época: ¡dadle al play!
SHAHRISABZ (la ciudad de Tamerlán)

– Señor taxista, ¿cuánto nos cobraría por cruzar el paso de Takhtakaracha a 1788 m. y recorrer los casi 90 kilómetros que nos separan de Sharisabz? ¿40 €? ¿Y si lo dejamos en 30€? Perfecto. RAHMAT!
En el taxi, hay sitio para dos más, por si alguien se anima a una visita exprés a la ciudad natal de Tamerlán. El autostop se hace aquí.